¿Es legal conducir un coche sin puertas?: la DGT resuelve la duda

Los coches son, habitualmente, de tres y de cinco puertas. Es de decir, de dos puertas de acceso para los pasajeros más el maletero o de cuatro más el portón trasero.  

El primer tipo es algo más incómodo, ya que los pasajeros de las plazas traseras tienen que acceder por las delanteras, echando hacia adelante los asientos. Este tipo de vehículos suelen estar entre los más pequeños, de cuatro plazas y con un marcado carácter urbano.

Pero, en esta línea, hay un tercer tipo de vehículo que, aunque no es el más habitual, no se puede dejar de nombrar. Se trata de aquellos modelos que, directamente, no tienen puertas como tal para acceder a su interior. Por ejemplo, el famoso Fiat Topolino, que aún tiene que llegar a España.  

A este famoso cuadriciclo ligero totalmente eléctrico se suma algún que otro todoterreno, como ciertas versiones del Jeep Wrangler o el Ford Bronco Riptide Concept. También hay una versión todoterreno del Citroën Ami, la base del Topolino, sin puertas. ¿Es legal conducir con estos coches por la calle? Tras haber consultado a la Dirección General de Tráfico cuál es la normativa al respecto, aquí está la respuesta.

Los coches sin puertas son legales

Si el vehículo está homologado y dispone de toda la documentación pertinente, podrá matricularse sin problema. Es decir, podrá circular incluso sin puertas, siempre y cuando cuente con la correspondiente homologación y está en regla. Cuando el vehículo se haya matriculado y esté dado de alta en el Registro de Vehículos, su conductor podrá circular con el permiso de circulación, el seguro y la ITV sin riesgo a recibir una sanción.

Eso sí, para saber cómo y por dónde circular con este tipo de vehículos, el propietario deberá consultar su ficha técnica. En este documento se pueden encontrar especificaciones sobre velocidades máximas u otras restricciones.

Por otro lado, si el vehículo fuera antiguo y el propietario tuviera dudas respecto a las posibilidades para conducirlo, deberá dirigirse al Reglamento General de Vehículos. En este texto, publicado en 1998, se establece que “los vehículos matriculados o puestos en circulación con anterioridad a la entrada en vigor del presente Reglamento podrán seguir circulando bajo las mismas condiciones técnicas con que fueron admitidos para su matriculación o puesta en circulación”.  

Si el vehículo no tiene puertas, pero se aceptó como apto para circular antes de la entrada en vigor del reglamento, podrá seguir haciéndolo siempre y cuando cumpla con las condiciones en las que se matriculó. Tal y como sucede, por ejemplo, con los coches puestos en circulación antes de que los cinturones traseros fueran obligatorios.  

En el caso de disponer de un vehículo sin puertas, pero sin autorización para circular, el conductor y propietario se enfrentaría a una multa de 500 euros y otra de entre 601 y 3.000 euros, con el riesgo añadido de que las autoridades inmovilizaran el vehículo.