Cuando se habla de coches chinos es lógico pensar en el made in China, pero hay que tener en cuenta que los automóviles son máquinas muy complejas, con multitud de componentes y que, aunque algunos de ellos proceden de sus mercados domésticos, otros tantos tienen orígenes muy diversos. Es lo que se ha encontrado un mecánico al abrir este coche chino, que, además, es el más vendido en España.
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Se trata del MG ZS que, para sorpresa de algunos, tiene una cantidad de piezas europeas considerable. Solo con abrir el capó ya se encuentran las primeras: la batería es de Varta, una de las marcas más conocidas del sector; las correas son de Gates, una compañía inglesa que también suministra el servofreno; y la centralita es Bosch, también de origen alemán.
Pasando a los neumáticos, son Michelín; el ABS es de Bosch y el caudalímetro es de Continental, también alemana. De esta manera, el mecánico calcula que entre el 30 y el 40% de los componentes del MG son de origen alemán.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.