El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en marcha una iniciativa pionera para rescatar del olvido algunas de las carreteras más emblemáticas de España. Bajo el nombre de proyecto IVAPCHETE, esta actuación busca identificar, valorar y preservar tramos de la Red de Carreteras del Estado (RCE) que, por su historia y relevancia, merecen una segunda vida.
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Con un presupuesto inicial de 300.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro años, el plan se inspira en el exitoso programa de Vías Verdes, que ya ha transformado más de 3.500 kilómetros de antiguos trazados ferroviarios en rutas no motorizadas. Ahora, el objetivo es hacer lo mismo con carreteras que fueron clave en el desarrollo territorial del país.
Convenio de colaboración
Para llevar a cabo esta ambiciosa tarea, el Ministerio ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Esta entidad aportará su experiencia en la conservación del patrimonio vinculado al transporte, mientras que la Dirección General de Carreteras facilitará información técnica y apoyo en el diseño de los nuevos itinerarios.
El acuerdo contempla no solo la identificación de las vías históricas, sino también su jerarquización en función del valor patrimonial de sus trazados y elementos asociados. Aunque el foco principal está en la RCE, también se estudiarán carreteras que, aunque hoy dependan de otras administraciones, mantengan vínculos históricos con la red estatal.
Despeñaperros
Como muestra del compromiso institucional, ya se ha anunciado el primer proyecto piloto: la recuperación de un tramo de 28,6 kilómetros de la antigua N-IV en Despeñaperros, entre Almuradiel (Ciudad Real) y Santa Elena (Jaén). Esta vía, que durante siglos fue el principal acceso entre Castilla-La Mancha y Andalucía, quedó relegada tras la construcción de la autovía A-4.
Ahora, volverá a la vida como la primera “carretera histórica”, reconvertida en un espacio para la movilidad sostenible, el senderismo y el turismo cultural. Un símbolo de unidad territorial que aspira a convertirse en referente de cómo el pasado puede integrarse en el presente.
Un legado que no debe perderse
España cuenta con decenas de carreteras singulares que han sido abandonadas por el avance de las infraestructuras modernas. Con esta iniciativa, el Gobierno pretende frenar su deterioro y reivindicar su papel en la historia del transporte. El reto será identificar qué otras vías pueden seguir el camino de Despeñaperros y convertirse en nuevos espacios de encuentro entre patrimonio, naturaleza y movilidad.
Cabe recordar que la RCE en España cuenta con 26.525 kilómetros. Esta red, gestionada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, soporta más del 53% del tráfico total y cerca del 66% del tráfico pesado del país. Se divide principalmente en autopistas de peaje (AP), autopistas libres, autovías (A) y carreteras nacionales (N), cada una con características específicas en cuanto a capacidad, velocidad y accesibilidad. Esta infraestructura forma el eje vertebrador del transporte terrestre en España, conectando los principales núcleos urbanos y regiones.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.
