Mantener el coche limpio no solo mejora la experiencia de conducción, también puede traducirse en beneficios económicos. Un vehículo bien cuidado, con el interior impecable, siempre tendrá un valor de reventa más alto que uno descuidado. La limpieza es, en muchos casos, una inversión.
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La higiene del coche es también una cuestión de salud. Al igual que cualquier espacio cerrado, el habitáculo acumula polvo, ácaros y bacterias que pueden afectar a los ocupantes. Una limpieza regular ayuda a reducir la presencia de partículas nocivas en el aire, mejorando el bienestar de quienes viajan en él.
Circular con un coche sucio puede ser peligroso y caro. El Reglamento General de Circulación exige que el conductor tenga una visibilidad clara a través de todas las superficies acristaladas. No cumplir esta norma puede acarrear multas de entre 80 y 200 euros, además de aumentar el riesgo de accidente.

‘Slime’ para limpiar en profundidad
El nuevo truco, que se ha hecho viral en las redes sociales las últimas semanas, es el del ‘Slime’. Para laquellos que cursaron la EGB, esta masa viscosa, pegajosa y bastante flexible recibía en aquellos años el nombre de Blandi Blug que luego terminó castellanizándose como Blandiblú.
Aquel juguete, que era el terror de los padres y que sigue siéndolo hoy en día, se ha convertido en un excelente limpiador para el habitáculo del coche. Especialmente para los recovecos y pequeños huecos donde es difícil limpiar con los típicos trapos y bayetas.
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Fabricar el ‘Slime’
Esta masa viscosa se puede comprar en tiendas de chucherías, en jugueterías o en grandes almacenes. No es muy difícil de conseguir. Pero si se quiere ahorrar algo de dinero y fabricarla uno mismo, con ingredientes que se encuentran por casa, se puede hacer de manera sencilla.
Para ello se van a necesitar los siguientes materiales:
- 1 cucharada de detergente
- ½ taza de pegamento blanco con PVA
- 1 taza de bicarbonato de sodio
- Colorante (opcional)
- Agua
Estos son los pasos a seguir para conseguir esa famosa masa pegajosa: mezclar el pegamento con una cucharada de detergente. A este mejunje se le deben de añadir dos o tres cucharadas de agua. Cuando la mezcla empiece a formar espuma, se agrega el colorante. Para terminar, incorporar una taza de bicarbonato de sodio en la mezcla y remover.
Es fundamental no parar de remover y tratar de cocinar una mezcla para que quede con un tacto bastante pegajoso, pero sin que se llegue a quedar adherido a los dedos. De esta manera se puede pasar sin problemas por la consola central, la palanca de cambios, el salpicadero, las entradas de aire y los huecos de los reposabrazos de las puertas. Áreas donde es muy complicado acceder con otros artículos de limpieza.
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