¿Maletero del coche a tope?: los cuatro trucos para aprovechar al máximo el espacio

A continuación, consejos para optimizar el espacio a la hora de viajar en el coche, favorecer la aerodinámica y de paso, ahorrar combustible.

maletero coche

Cuando se viaja en coche en vacaciones el maletero muchas veces se queda pequeño y el habitáculo, por cuestiones de seguridad, no es el sitio más adecuado para meter cosas que estén sueltas. Lo mejor es recurrir a ese accesorio adicional que antaño era tan habitual en utilitarios cargados hasta los topes: la baca portaequipajes.

Conocida en algunos lugares de América Latina como parrilla, por su forma, ya que en un principio era un sistema de barras transversales y longitudinales, hoy en día son simplemente dos barras que se colocan transversalmente y de forma paralela en el techo del coche.

Opciones: barras de techo

Aunque hay diferentes calidades y precios, es la opción más asequible para transportar objetos en el exterior del coche (entre los 90 y los 350 euros de media). Su montaje es bastante sencillo, aunque si resulta trabajoso subir cosas pesadas sobre ellas evitando rozar o abollar la pintura. Además están disponibles numerosos accesorios para adaptar sobre ellos objetos específicos como bicicletas, canoas, tablas de surf, esquíes, etc.

Existen bacas estándar, pero las empresas fabricantes de coches suelen diseñar un portaequipajes específico para sus modelos, e incluso algunos de ellos traen de serie unas barras longitudinales sobre las que montar estas barras y que evitan los molestos ruidos que resultan de la falta de aerodinámica de esta solución de transporte. Incluso reducen algo el consumo de combustible.

Inconvenientes

Precisamente sus mayores inconvenientes, además del ruido que producen, son la elevación del centro de gravedad del coche (haciéndolo más inestable) y el aumento de la resistencia al viento (generando con ello mayor consumo de combustible).

Para corregir algo el centro de gravedad, se deben colocar los objetos más grandes y pesados abajo y lo más atrás posible. Si por el contrario son más o menos similares en peso y proporciones, hay que distribuir uniformemente la carga por todo el espacio del portaequipajes.

En el caso de querer controlar que no suba el consumo, lo apropiado es colocar la carga en forma de cuña, es decir, los objetos más pequeños delante y los más grandes detrás, para ayudar a la aerodinámica. Se puede mejorar también la resistencia al viento tapando esta mercancía con una lona o un plástico, que debe quedar bien tensa y sujeta con una cinta o cuerda para mejorar el efecto aerodinámico.

Cofres o baúles para coches

Es la mejor solución para favorecer la aerodinámica y ahorrar combustible. También ofrecen mayor seguridad de sujeción de la carga, reducen el ruido y dan al coche algo de estilo. Sobre todo en coches pequeños con poca capacidad en el maletero. Estos cofres  se anclan a las barras del portaequipajes y tienen una considerable capacidad de almacenamiento.

Algunos son grandes y amplios como todo el portaequipajes y otros ocupan solo la mitad de la baca, dejando la otra parte para poner, por ejemplo, un soporte para transportar bicicletas. También se encuentran plegables o flexibles de tela impermeable. El inconveniente es que se montan y desmontan con mayor dificultad. Su precio varía dependiendo del tamaño, del material y del diseño del cofre (entre los 150 y los 400 euros de media) y además hay que añadir el coste de las barras de techo para poder montarlo.

Baúl trasero

Cabe la posibilidad de instalar un cofre en la parte de atrás del vehículo en lugar de en el techo. Estos suelen ir anclados a la bola de remolque y existen también para transportar bicicletas e incluso animales.

Al tapar las luces y matrícula del vehículo, el cofre debe llevar un juego adicional de estas. La mayor ventaja que ofrecen es que el montaje y acceso al mismo es más sencillo que el del cofre de techo. Sin embargo, su precio es mucho mayor (entre los 600 y 800 euros de media) y además hay que sumarle el coste de la instalación de la bola de remolque más un kit para la conexión eléctrica, lo  que suele suponer entre 300 y 400 euros de media. Además al añadir longitud al vehículo debemos extremar las precauciones durante los aparcamientos.

Remolque o carrito

Suponen otra opción para llevar carga adicional de viaje, pero no es precisamente barata, ya que además de tener instalada una bola de remolque en el coche, es preciso que tenga una serie de características técnicas elevadas para que no nos resulte un engorro más que una solución. Como por ejemplo, que las ruedas no sean demasiado pequeñas, que el carro no sea muy corto, que lleve frenos o un sistema basculante.

Los carros o remolques más baratos no son precisamente la mejor opción para un viaje largo, si no queremos tener la visión por el retrovisor de un carro que está dando saltos constantemente. Los más baratos cuestan unos 500 euros y para llegar a los más evolucionados hay que subir hasta los 700 y 800 euros. Un inconveniente añadir es que necesita un lugar donde guardarlo cuando no se usa, pero como ventaja está que se puede usar con el carné tipo B.

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