Loa radares no sólo vigilan las carreteras españolas: también velan por el cumplimiento de los límites de velocidad dentro de las ciudades. En el caso de Barcelona, ¿dónde está el que más multa?
Los datos han sido obtenidos por 324.cat después de llevar a cabo una petición de transparencia al Ayuntamiento de Barcelona. Eso sí, la información sólo recoge las sanciones firmadas por los radares fijos.
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El radar que más multa de Barcelona
Así las cosas, el radar que más multa de Barcelona está situado en la ronda de Dalt: en el punto kilométrico 14,3. Describen la ubicación como estratégica por dos razones: la primera de ellas es que es un acceso a la Ciudad Condal y la segunda es que está en una prolongada recta.
A pesar de que está debidamente señalizado, como todos los radares fijos, casi 20.000 conductores fueron interceptados incumpliendo el máximo de la vía: concretamente, 19.447. Esto quiere decir que, de media, interpuso 53 sanciones diarias.
Este dispositivo recaudó 741.175 euros en 2023, una cifra que representa casi el 8% de lo que Barcelona recaudó con las multas de tráfico el año pasado.
Le acompañan en el podio el radar de la calle de la Industria, 251, y el que está instalado en la Vía Augusta, 131. El primero de ellos firmó un total de 15.737 sanciones y recaudó 698.454,05 euros, mientras que el segundo puso 15.173 denuncias por valor de 588.649,34 euros.
Curiosamente, el cuarto radar que más multa de Barcelona es el segundo con mayor recaudación: 705.726 euros. Se encuentra en la calle Numancia, 163, y fue responsable de interceptar a 15.164 infractores. El último dispositivo de la lista está en la calle Muntaner, 158 (14.409 sanciones y 639.754 euros recaudados).
Los radares de Barcelona
Estos cinco radares son fijos y a ellos hay que sumar la misma cantidad de tramo. A lo largo de 2023, Barcelona estrenó 17 cinemómetros: de ellos, 12 se colocaron en zonas escolares y el resto se repartieron por la calle de Aragón, Gran Vía, la avenida Diagonal y el paseo de la Bonanova. En total, en la Ciudad Condal hay
A ellos se unen los 28 radares pedagógicos cuya finalidad no es multar: informan sobre la velocidad de cada conductor y sensibilizan sobre la importancia de respetar los límites de cada vía. También pueden registrar datos estadísticos como velocidades medias o máximas y la intensidad de vehículos.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.