Dentro de tres años, las cosas serán muy distintas en la carretera. Tanto la Unión Europea como la Dirección General de Tráfico han aprobado (o están a punto de hacerlo, a causa del retraso en la formación de Gobierno) medidas que va a cambiar notablemente el día a día de los conductores. Todas, en general, destinadas a reducir al máximo el número de víctimas en la carretera, por lo que, también en general, estarán acompañadas de nuevas sanciones. Estas son algunas de las novedades que se presentan, varias de ellas dispuestas para entrar en vigor en 2022.
Adiós al triángulo de emergencia
La DGT trabaja en el desarrollo de un Real Decreto que, entre otros aspectos, contempla la sustitución de los actuales triángulos reflectantes de señalización de avería por un nuevo dispositivo luminoso sobre el vehículo. El objetivo es reducir el riesgo de accidente ya que con este nuevo dispositivo los conductores no necesitan abandonar el vehículo para colocarlo sobre el techo.
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La previsión para la sustitución obligatoria, tras un periodo de convivencia de ambos sistemas, de los triángulos de señalización apunta al 1 de enero de 2024. Sin embargo, dentro del plazo de alegaciones ya existen algunas de ellas procedentes de colectivos de víctimas de accidentes de tráfico que solicitan que su entrada en vigor se adelante a 2022.
El carnet de conducir, en el móvil
Tráfico está desarrollando la aplicación móvil ‘miDGT’, con la que “cualquier ciudadano podrá acceder a sus datos, recibir avisos y noticias de interés y realizar los principales trámites con la DGT”. Y, todavía más importante, “podrá llevar en el móvil su permiso de conducción y la documentación de sus vehículos en formato digital y con plena validez”. Tráfico está trabajando en este proyecto, pero no hay fecha definitiva para su implementación.
Coches con limitador de velocidad
La UE aprobó en abril la directiva que obliga a instalar en los vehículos, entre otras ayudas tecnológicas, el Asistente de Velocidad Inteligente (ISA). Este sistema se incluirá de serie en los modelos que se homologuen a partir de mayo de 2022 y se encargará de regular automáticamente la velocidad del coche. Lo hará registrando constantemente los límites de la vía y ajustando la marcha en consecuencia.
Uso de dispositivos móviles
La DGT también estaba trabajando en algunas modificaciones del Reglamento General de Circulación, pero hasta que no se forme Gobierno no podrán llevarse a cabo. Está previsto que conducir utilizando el teléfono móvil con la mano (para hablar o cualquier otra funcionalidad) suponga perder seis puntos del carnet (por los tres de ahora) y 500 euros de sanción (200 en la actualidad). Si sigue adelante el cambio legislativo, la norma quedará equiparada a conducir borracho o drogado, negarse a hacer la prueba de alcohol o drogas, circular de forma temeraria, superar por más del 50% el límite de velocidad o utilizar inhibidores de radar.
Los conductores ebrios, bloqueados
La misma normativa europea exigirá la preinstalación de un alcoholímetro con capacidad de bloqueo del vehículo en caso de que se excedan los límites legales establecidos. En principio deberán usarlo únicamente los conductores con antecedentes de conducción bajo los efectos del alcohol; solo podrán iniciar la marcha después de superar un test de alcoholemia al ponerse al volante.
Motoristas con guantes
Hay algunas medidas relacionadas con las motos cuya aprobación, que llegará antes o después, también depende de la formación del Ejecutivo. Tráfico ha puesto el foco en la reducción de la siniestralidad entre los motoristas y trabaja en propuestas que van desde la creación de un delegado de la moto en la entidad hasta la obligatoriedad del uso de guantes protectores, pasando por admitir la circulación de las motos por el arcén en condiciones de tráfico lento o retenciones, la creación de carriles específicos en las ciudades, la formación teórica presencial obligatoria o el establecimiento de controles de la vigencia de la ITV.
La caja negra de los coches
Los coches homologados en 2022 deberán incluir también avisadores de distracciones y somnolencia, la detección de peatones y ciclistas, la cámara de visión posterior, el asistente de cambio involuntario de carril y una unidad de almacenamiento de datos. Esta última actuaría a modo de caja negra que almacene información para su análisis en caso de accidente, tanto sobre el estado del vehículo como de las condiciones en las que se circulaba.
Más vehículos eléctricos…
Antes de tres años, la legislación habrá cambiado para los conductores y también serán distintos los coches, si las predicciones del mercado se cumplen. En los próximos tres años, las marcas apostarán por los coches eléctricos para evitar las multas de la Unión Europea, y de hecho casi todos los fabricantes ya están preparando su ofensiva eléctrica. Será necesario también que aprueben ayudas gubernamentales y que la infraestructura de recarga mejore.
… ¿Y algún coche autónomo?
La tecnología avanza y la aparición del coche autónomo es un hecho. El final del camino tendrá dos caras: modelos con mandos retráctiles, para cuando el conductor prefiera descansar, y vehículos robotizados, que prescinden de volante y pedales porque siempre circularán solos. Los primeros se esperan a partir de 2021, y los otros, desde 2022. Otra cosa distinta será que realmente los vehículos automatizados estén en la carretera: la legislación siempre va más despacio que la tecnología.
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