Nuevos estudios sobre quién conduce mejor, las mujeres o los hombres, revelan unos datos contundentes

Durante décadas, el estereotipo de que las mujeres conducen peor que los hombres ha persistido en el imaginario colectivo. Sin embargo, los datos más recientes procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea, Australia e Irlanda lo desmienten de forma contundente: los hombres son responsables de la mayoría de las muertes en carretera y de los comportamientos más peligrosos al volante.

En Reino Unido, el 76% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico fueron hombres en 2024. En la Unión Europea, el patrón se repite: tres de cada cuatro fallecidos en carretera son varones.

Australia y Irlanda muestran cifras similares, mientras que en Estados Unidos, el 72,5% de las muertes en 2023 correspondieron a hombres, según los últimos datos federales.

¿Por qué hay más hombres fallecidos?

La explicación no está en una supuesta falta de habilidad femenina, sino en diferencias de comportamiento. Los hombres sobresalen en prácticas de alto riesgo como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol o drogas, y el uso incorrecto del cinturón de seguridad. En EE.UU., por ejemplo, el 2 % de las muertes estuvieron relacionadas con la velocidad y el 30% con el alcohol, con una clara representación masculina en ambos casos.

Curiosamente, aunque las mujeres tienen una ligera desventaja en cuanto a lesiones en accidentes similares, esto se debe a factores como el diseño de los vehículos, la ergonomía de los sistemas de seguridad y la biomecánica. Los cinturones de seguridad, por ejemplo, se han probado históricamente con maniquíes masculinos que, evidentemente no reflejan adecuadamente la anatomía femenina.

Conclusión

La conclusión del estudio es clara: la habilidad al volante no está determinada por el género, pero el comportamiento sí. Y son los hombres quienes, estadísticamente, adoptan más conductas que ponen en riesgo su vida y la de los demás. El mito de la ‘torpe mujer conductora’ no solo es falso, sino que perpetúa una visión injusta y desinformada.

En lugar de alimentar estereotipos, los expertos recomiendan centrarse en políticas que fomenten la conducción responsable, el uso de vehículos bien equipados en seguridad activa y pasiva, y una mejor adaptación de los sistemas de protección a todos los tipos de anatomías. Porque conducir bien no es cuestión de género, sino de actitud.