La vuelta a la normalidad saldrá cara y no porque recuperar la rutina resulta complicada. A todos aquellos que regresen a sus residencias habituales llenar el depósito les costará más. Son varias razones las que explican este gasto extra de varios euros por depósito.
El primer motivo hay que buscarlo en Rusia y Arabia Saudí, miembros de la OPEP, han reducido su producción de petróleo en 1,5 millones de barriles diarios, respectivamente. Esta decisión ha minimizado el suministro y la consecuencia evidente es un incremento en el precio del combustible (gasolina y diésel). No en vano, el barril Brent ha superado los 80 dólares.
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La segunda causa es la propia operación retorno: el último fin de semana de agosto es el que muchos españoles han elegido para volver de sus vacaciones de verano. Este movimiento masivo de vehículos es un factor recurrente que, cada año, llega acompañado de una subida en el precio del combustible debido a que hay más demanda.
Siete semanas subiendo los precios
Todo esto explica que, en España, tanto la gasolina como el diésel sumen siete semanas de subidas: la racha más larga de 2023. El litro de gasolina se ha encarecido un 7,34%, mientras que el del gasóleo se ha incrementado más de un 11%.
Centrando el foco en el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicado el 24 de agosto, el litro de diésel tiene, en España, un precio medio de 1,602 euros. Es la cifra más alta desde finales del pasado mes de febrero.
El precio medio del litro de gasolina es de 1,71 euros. La última vez que escaló tan alto fue en noviembre de 2022. En agosto del mismo año el precio también se movió en este mismo nivel, aunque entonces la bonificación de 20 céntimos del Gobierno era, todavía, universal.
Gasolina y diésel: siete y nueve euros más caros
Así las cosas, los conductores que, estos días, pasen por una estación de servicio pagarán más que a principios de julio, cuando comenzó la operación salida. Llenar un depósito de gasolina de 55 litros cuesta, de media, 94,05 euros: 7,05 euros más que hace un par de meses, ya que a finales de julio valía 87 euros.
En el caso de aquellos que tengan un coche diésel, llenar un depósito de 55 litros tendrán que pagar, de media, 88,11 euros. Esto supone una inversión 9,11 euros mayor que hace dos meses, cuando el precio era de 79 euros.
Un consuelo: por debajo de la media europea
A pesar de protagonizar la escalada de precios más extensa, tanto la gasolina como el diésel están lejos de su máximo histórico, puesto que, entonces, el litro superó los dos euros. Siguen, además, por debajo de la media de la Unión Europea: 1,81 euros para la gasolina y 1,71 para el diésel. Las cifras más altas de Europa se dan en Suecia y Países Bajos, mientras que las más bajas están en Malta.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.