El cuadro de instrumentos está repleto de testigos que, por norma general, si se encienden no auguran nada bueno. Indican averías de diversos grados de gravedad, de la misma manera que algunas son más frecuentes que otras. La luz del ABS encendida es una de las primeras, pero ¿qué significa?
Que el testigo del ABS (sistema antibloqueo de frenos) aparezca encendido quiere decir que el sistema está desconectado, lo que supone un peligro mientras se conduce.
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Testigo del ABS
La función del ABS consiste en evitar que las ruedas se bloqueen durante las frenadas. Si esto ocurre, se pierde el control del coche, ya que no hay tracción. El conductor no podrá controlar el vehículo y este simplemente se deslizará por el asfalto hasta que se detenga por inercia. O, bastante más probable, por impactar contra un obstáculo.
Perder los frenos ABS, obligatorios en los coches nuevos en Europa desde 2003, supone conducir un turismo mucho menos seguro en caso de una frenada imprevista. Si se enciende el testigo, lo mejor es ir al taller para que averigüen cuál es el problema.
¿Por qué se enciende la luz de ABS?
Un error en el sistema de frenado puede deberse a varias causas. La primera y más grave es que el controlador del ABS haya dejado de funcionar, pero también puede ocurrir que se haya fundido un fusible, que se haya roto algún cable entre el controlador y los sensores o que se haya ensuciado un sensor de velocidad de la rueda.
Además, esto ya depende del coche, es posible que el testigo del ABS también se encienda cuando el nivel del líquido de frenos es bajo. No es lo habitual, puesto que por norma general los automóviles cuentan con un avisador específico para ello, pero sí podría darse el caso.
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