Esta Semana Santa, los conductores españoles que decidan cruzar la frontera hacia Portugal deben tener en cuenta una normativa estricta en lo referente a las multas de tráfico. El país vecino ha endurecido las medidas para garantizar el cobro de las sanciones, y la consecuencia de no abonarlas de inmediato puede ser la inmovilización del vehículo y la retirada del permiso de conducir.
Según el Código de Circulación portugués, el pago de las multas debe efectuarse en el acto. Así lo explican los expertos y señalan que no existe elección: o se abona la multa, o se efectúa el depósito en el momento, o se solicita el plazo de 48 horas para completar la documentación requerida. Esta exigencia busca reducir el alto porcentaje de sanciones impuestas a conductores extranjeros que quedan sin cobrar, una cifra que la Unión Europea sitúa en torno al 40%.
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Incautación del carnet
En caso de que el conductor no esté de acuerdo con la multa y desee recurrirla, la normativa lusa exige el depósito del importe mínimo de la sanción. Una vez hecho este depósito, las autoridades portuguesas pueden proceder a la confiscación del carnet de conducir y la documentación del vehículo, dependiendo de la gravedad de la infracción cometida.
Esta medida ha generado diversas reacciones entre los conductores. Algunos reconocen la necesidad de que los países encuentren mecanismos para asegurar el pago de las multas, mientras que otros se muestran sorprendidos por la severidad de la norma. Varios conductores han dejado su opinión en foros indicando que, de entrada, se negarían a pagar, pero que si es obligatorio, no les quedaría más remedio, tal y como refleja la obligatoriedad impuesta por la legislación portuguesa.

Abogados portugueses
Es importante destacar que la norma se aplica por igual a conductores portugueses y extranjeros. El plazo para recurrir una sanción administrativa en Portugal es de 15 días. Ante esta situación, los mismos expertos recomiendan buscar un abogado en Portugal que conozca bien la ley y que pueda hacer las alegaciones dentro de los quince días que indica la ley, ya que, si tienen razón, se le devolverá todo el dinero depositado.
Las consecuencias de no pagar la multa pueden ir más allá de la inmovilización del vehículo y la retirada del carnet. En algunos casos, las autoridades portuguesas podrían incluso retener el vehículo como garantía de pago. Por todo ello, se aconseja a los conductores españoles que planeen viajar a Portugal esta Semana Santa que extremen la precaución al volante y cumplan rigurosamente las normas de tráfico para evitar sanciones y las posibles complicaciones derivadas de su impago.
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