Hay partes del vehículo cuya presencia está tan interiorizada, que pocos reparan en ellas o en la función que cumplen. Es lo que ocurre con la ‘frit band’, ubicada en el parabrisas de los vehículos más modernos.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFFECC), la frit band “es una mezcla de sustancias químicas inorgánicas” que se obtiene “por enfriamiento rápido de un fundido, que es una combinación compleja de materiales, convirtiendo las sustancias químicas así elaboradas en compuestos vítreos insolubles que se presentan en forma de escamas o gránulos”.
¿Cómo se obtiene? Tal y como explica el RACE, la frit band nace cuando se mezcla una serie de materias primas a temperaturas muy altas (1.350-1.550 grados) en un horno de fusión. Después, esa amalgama se enfría con agua y se solidifica. Esta es la teoría, ya que en la práctica el mundo del motor se refiere a ella como los puntos negros del parabrisas.
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Lo cierto es que esos puntos negros no llegaron a la luna delantera de los coches hasta los años 50. Fue entonces cuando la industria del motor apostó por los adhesivos para los parabrisas: antes, la función de sellado recaía en las molduras cromadas que recorrían el ribete de este cristal.
La función de todos esos puntos negros ubicados en el borde del parabrisas va más allá de la estética. De manera muy resumida, se encargan de proteger al resto de materiales que dan forma a la luna delantera: para ello, se aplica una fina capa sobre el cristal.
¿Para qué sirve la ‘frit band’?
En detalle, la frit band evita la distorsión del parabrisas. La inmensa mayoría son curvos y para darle esta forma hay que someterlo a cierta temperatura: los puntos negros ayudan a que se distribuya de forma uniforme. Si se deformase más de la cuenta, el conductor vería la carretera desfigurada.
Por otro lado, la frit band actúa como escudo protector de los rayos ultravioleta del sol. Su presencia actúa de barrera para que no lleguen al pegamento que une las láminas del parabrisas y conserva sus propiedades aislantes y de sellado.
Una misión también estética
Los puntos negros del parabrisas son, también, un práctico parasol. No en vano, cubren la zona que queda en medio del situado frente al conductor y del correspondiente al copiloto. Y sí, tiene una última misión estética… más allá de cubrir el adhesivo de los extremos.
La frit band está compuesta por muchos puntos de diferentes tamaños: los más grandes se encuentran en el borde del parabrisas y, a medida que se acercan al centro de la luna, las circunferencias van menguando. Se trata de una transición estética entre la banda negra del marco exterior y el cristal.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.