En invierno, suele hacer todavía más frío en el interior de un coche aparcado al raso que en el exterior. Y se debe a la conductividad térmica del metal de la carrocería.
La calefacción del automóvil es un componente vital en cualquier coche, porque si la temperatura baja mucho, el conductor no solo está expuesto a sufrir un resfriado, sino que el frío puede llegar a atenazarle y afectar a sus aptitudes al volante.
Más información
Rotura de calefacción: avería cara
El sistema toma el calor del motor de combustión y lo utiliza para calentar un radiador auxiliar, que suele situarse por detrás del salpicadero y es el que permite, finalmente, que salga aire caliente por los aireadores de la cabina.
Este radiador suele ser el componente más expuesto a las averías y, en función del modelo, su sustitución puede ser especialmente costosa, porque igual hay que desmontar gran parte del salpicadero y el cableado para llegar a él, con las consiguientes horas de mano de obra (el coste total puede superar con facilidad los 1.000 euros).
La buena noticia es que su rotura no es una incidencia habitual, y suele relacionarse con automóviles veteranos, con más de 10 años de uso. Además, en algunos coches (aunque pocos), la pieza está más accesible y la factura es más razonable.
El calor a bordo, necesario
Pero no es solo el conductor el que queda expuesto si la calefacción se rompe, también el propio vehículo. Y es que, sin aire caliente, puede ser especialmente difícil, por ejemplo, quitar el hielo acumulado en el cristal por las mañanas.
![](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2021/12/calefaccion-coche-uso-correcto-4.x36093.jpg?v=1639066705)
Echar agua caliente directamente sobre la luna delantera es un error de bulto, porque la diferencia térmica puede agrietar el cristal, y su sustitución tampoco es económica.
El confort de los pasajeros más vulnerables, como los niños y los ancianos, exige también poder contar con un habitáculo caldeado.
Soluciones de emergencia
Llegados a este punto, si la calefacción del coche no funciona y la reparación supera el presupuesto disponible (o incluso el valor de mercado del vehículo, si este es muy antiguo), la mejor solución son los calentadores portátiles o las fundas térmicas para los asientos.
Ambos sistemas presentan precios económicos, de unos 30 euros, y se conectan a la toma de 12 voltios del interior del coche. Su eficacia es menor que la del sistema de calefacción, pero pueden permitir descongelar el cristal por la mañana y quitar también ese ambiente gélido que tendrá la cabina.
Calefactor Achort
![](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2021/12/31ydBTyXncL._AC_.jpg?v=1639068284)
Funda térmica Furado
![](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2021/12/61M8a1IHDiL._AC_SL1000_.jpg?v=1639068109)
Calefactor Aqoter
![](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2021/12/61-JCEANG3L._AC_SL1500_.jpg?v=1639066741)
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram