Con el verano y las altas temperaturas, el uso del aire acondicionado se hace mucho más habitual entre los conductores. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda el uso del climatizador para bajar la temperatura del vehículo. Porque conducir con calor equivale a llevar el coche habiendo bebido alcohol. Pero dejarlo encendido al apagar el coche puede tener consecuencias negativas.
El coche con las altas temperaturas
El sol y las altas temperaturas castigan sobremanera los vehículos, desgastando prematuramente todos sus elementos y sistemas.
Por eso, es recomendable seguir ciertas recomendaciones para proteger al máximo el vehículo o, al menos, minimizar el impacto de este calor tan extremo.
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Para empezar, hay que intentar siempre aparcar bajo una sombra si se sale al exterior, para evitar la radiación solar directa. Para el interior, un parasol protegerá los plásticos y elementos de cuero de los rayos del sol y del calor que puede estropearlos de forma prematura.
¿Por qué es mejor apagar antes el aire acondicionado?
El compresor del aire acondicionado o del climatizador es un elemento que requiere mucha energía. Por eso, tanto si se conecta nada más arrancar el coche, como si no se detiene antes de apagar el vehículo, la batería puede sufrir en exceso y acortar su vida útil de forma sensible.
Pero casi peor es la acumulación de humedad que puede producirse en los conductos de ventilación y que puede generar una avería bastante costosa de reparar. La condensación que se produce con el funcionamiento del compresor, se puede acumular en esos tubos y provocar su deterioro.
Lo mejor es desconectar el aire acondicionado unos pocos minutos antes de apagar el coche, para que la batería se recupere bien y para que esa humedad se disipe. Así, el habitáculo se mantendrá fresco y no habrá que preocuparse de futuras averías.
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