Al regresar de la playa, si es que ha sido el destino elegido en las vacaciones de verano, es necesario realizar una revisión algo más profunda y específica de algunos sistemas del vehículo según el RACE.
Y es que el agua, la arena y la sal no son buenos amigos de la mecánica y, según el tiempo que hayas estado en una zona costera, ciertas piezas del vehículo pueden haber acumulado arena o incluso tener algo de óxido.
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¿Qué piezas revisar tras volver de un viaje a la playa?
Lo más importante al volver de la playa es realizar un lavado concienzudo del coche, tanto por el exterior como por el interior, para quitar cualquier resto de sal y arena que haya podido quedar en los bajos del vehículo o dentro del habitáculo.
Cualquier grano de arena que se quede en la carrocería o en la tela de los asientos puede ir erosionando poco a poco los materiales, al igual que sucede con la sal que se queda adherida en los amortiguadores, en el sistema de frenos o, en general, en la parte inferior del vehículo y puede llegar a generar corrosión.
Consejos para quitar la arena y la sal del coche
- Se recomienda utilizar una pistola de agua a presión, como las que se encuentran en las gasolineras y boxes de lavado, y aplicarla directamente sobre toda la carrocería, poniendo especial atención a los bajos del vehículo y en el sistema de frenos. Si se observa este tipo de utensilio, tiene cierto ángulo en su boca que está pensado, precisamente, para llegar a las zonas más inaccesibles del coche.
- Aplica sólo agua (sin jabón, ni cera añadida) a las partes del coche que más arena pueden haber acumulado como son las pinzas de freno (si no se limpian los discos o las pinzas, la arena puede llegar a dañarlos y crear un surco), los muelles, amortiguadores, brazos de suspensión, rótulas y pasos de rueda, en general. Una vez hechas varias pasadas, ya se puede aplicar el jabón y posteriormente encerar el coche.
- No se debe acercar demasiado la pistola de agua (sobre todo a la rejilla del frontal) ya que puede dañar algunos elementos del coche como, por ejemplo, los sensores del ABS. Una distancia de unos 30 centímetros es suficiente para que la presión haga su efecto sobre la arena y la sal.
- Es recomendable abrir el capó y observar si el motor ha acumulado algún tipo de sedimento. En este caso, se debería utilizar una pistola de aire a presión para quitar los restos de arena. Una vez que se haya cubierto este paso, se puede lavar el motor, pero hay que recordar utilizar siempre agua destilada. Así se evita que la batería o el alternador sufran daños.
- Las zonas que tengan cableado es mejor secarlas con un trapo o con una pistola de aire. El resto de la carrocería se irá secando a medida que se circule con el coche.
Si la estancia en la playa ha sido de varios meses, además de realizar un buen lavado al vehículo es aconsejable cambiar los filtros del aire y del habitáculo antes de lo habitual ya que seguramente se habrá acumulado una buena cantidad de arena y otro tipo de suciedad.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.