La señal de tráfico R-4, fácilmente reconocible por su rombo amarillo cruzado por una franja negra diagonal, marca el fin de una vía con prioridad de paso. Es decir, a partir de ese punto, el conductor ya no tiene preferencia automática sobre otros vehículos en las intersecciones. Se trata de una señal informativa que muchos desconocen, pero cuyo incumplimiento puede tener graves consecuencias.
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Esta señal suele colocarse al final de carreteras secundarias, polígonos industriales o salidas de zonas urbanas, donde el tráfico se iguala y el conductor debe extremar la precaución. Ignorarla supone un riesgo real para la seguridad vial.

Una infracción grave
La Dirección General de Tráfico (DGT) considera que no respetar la obligación que impone esta señal es una infracción grave. Esto se traduce en una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. El motivo es claro: desobedecer esta norma puede provocar accidentes por no ceder el paso donde ya no se tiene prioridad.

Conocer la señalización
Aunque pueda parecer una señal secundaria, la R-4 cumple una función vital: evitar colisiones por malentendidos en intersecciones. Reconocerla y actuar en consecuencia es clave para evitar accidentes de tráfico.
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