Para obtener el carnet, el primer paso consiste en superar un examen teórico de 30 preguntas con opción múltiple. Los aspirantes tienen 30 minutos para responder y pueden cometer un máximo de tres fallos.
Entre esas cuestiones hay una que fallarían muchos conductores que ya tienen el permiso. Es esta: El agente, con toques de silbato cortos y frecuentes, ordena…
- Detenerse.
- Acelerar para evitar los atascos.
- Reanudar la marcha.
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La respuesta correcta es la primera: “Detenerse”. Los agentes de la Guardia Civil podrán dar órdenes o indicaciones a los conductores usando los brazos, la señal V-1 de vehículo prioritario (la luz azul), a través de la megafonía de sus coches oficiales o con otro medio que pueda ser percibido claramente por los conductores.
Los banderines (verdes, amarillos o rojos) son un buen ejemplo de ello. También las luces (rojas o amarillas) y las señales acústicas que emiten a través del silbato. Por ello, los conductores deben tener presente que los toques de un guardia civil pueden ser de dos tipos:
- Cortos y frecuentes: les están ordenando que detengan el vehículo.
- Largos: la orden es que reanuden la marcha.
Señales ejecutivas
Es importante conocer el significado de todos los gestos que llevan a cabo los agentes de la Guardia Civil para regular la circulación. Sus señales son ejecutivas, es decir, hay que obedecerlas inmediatamente y tienen prioridad sobre el resto.
En el título IV del capítulo VI del Reglamento General de Circulación (RGC) están recogidas y explicadas todas las señales con las que los agentes de circulación se pueden comunicar con los conductores.
Es el artículo 143 el que establece que esas señales deben ser “visibles y sus órdenes deben ser inmediatamente obedecidas por los usuarios de la vía”. Además, también puntualiza que tienen que ser “fácilmente reconocibles como tales a distancia, tanto de día como de noche”.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.
