Es importante conocer el significado de todos los gestos que llevan a cabo los agentes de la Guardia Civil porque sus señales tienen prioridad sobre el resto. Sin embargo, son muchos los conductores que no conocen el significado de sus banderines amarillos.
En algunas ocasiones, los agentes usan banderas de distintos tonos para regular el tráfico: su significado dependerá de ellos. Estas señales también las emplean para el orden, control o seguridad de cualquier actividad deportiva, como, por ejemplo, una carrera.
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Cuando la Guardia Civil exhibe un banderín rojo, habitualmente desde sus motocicletas, significa que la vía queda temporalmente cerrada al tráfico para todos los vehículos, salvo aquellos que estén siendo escoltados o acompañados por los agentes.
El banderín verde indica que la circulación ha sido restablecida. En cambio, el color amarillo advierte de un peligro próximo o de la necesidad de extremar la precaución por parte de los conductores.
Los gestos de la Guardia Civil
Además, cuando los agentes se encuentran a bordo de un vehículo oficial, existen dos señales adicionales que deben conocerse. El brazo extendido hacia abajo, inclinado y en posición fija, ordena al conductor detenerse en el margen derecho de la vía.
Una luz intermitente, ya sea roja o amarilla, señala que el vehículo que circula delante debe detenerse delante del coche patrulla y a la derecha, sin poner en riesgo ni incomodar al resto de los usuarios. Posteriormente, deberá seguir las indicaciones del agente.

Otras señales
Por su parte, los agentes que regulan el tráfico desde la calzada utilizan sus brazos para dar instrucciones. Si los levantan verticalmente, todos los vehículos que se aproximan deben detenerse, siempre que puedan hacerlo con seguridad.
Cuando extienden uno o ambos brazos en posición horizontal, los conductores que se aproximen desde la dirección señalada deben parar. Si un brazo se extiende y se mueve de arriba abajo, se ordena reducir la velocidad del vehículo.
En otras circunstancias, los agentes recurren al silbato: los toques cortos y repetidos indican la obligación de detenerse, mientras que los toques largos permiten reanudar la marcha. Finalmente, el movimiento oscilante de luces rojas o amarillas obliga a los conductores a pararse.
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