Da igual la estación del año. Tanto en invierno como en verano es necesario limpiar el coche con regularidad para evitar que la carrocería y otros elementos se deterioren por culpa de la suciedad acumulada.
Lo ideal es lavar el coche, al menos, cada dos semanas o una vez al mes con un uso regular y en un ambiente no excesivamente sucio o polvoriento. En caso de salir por caminos de tierra, barro o zonas de costa, habrá que limpiar el vehículo lo antes posible al volver.
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Además de la regularidad, también es importante escoger el método de limpieza adecuado. Existen diferentes tipos de lavaderos para el coche y cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas, teniendo en cuenta el precio, el gasto de agua o su facilidad de uso.
Túnel de lavado
Uno de los tipos de lavaderos para el coche más conocidos son los túneles o trenes de autolavado. Estas instalaciones triunfan, sobre todo, por la comodidad. Basta con dejar el coche sobre los raíles al inicio de la estructura y esperar a que todo el proceso termine. Eso sí, es importante seguir las instrucciones sobre cómo dejar el cambio de marchas y el freno de mano, que pueden variar según el túnel.
Sin embargo, este sistema puede presentar desventajas. Por ejemplo, si la instalación no está bien mantenida, los rodillos pueden provocar daños en la pintura del coche. Igualmente, no colocar el vehículo como se indica en las instrucciones del túnel de lavado puede provocar consecuencias desastrosas. Quitando la limpieza profesional a mano, el precio de los túneles de lavado es de los más caros, entre los 12 y 15 euros de media.
Lanzas de agua a presión
Este tipo de lavado para coches es más económico, ya que cuesta entre dos y tres euros por uso. Otra ventaja, además del precio, es la posibilidad de limitar los daños que se puedan ocasionar en la pintura, ya que el conductor está en control todo el tiempo.
Como desventajas de las lanzas de agua a presión, la primera sin duda es el trabajo que conlleva usarlas. El conductor es el encargado de utilizar estas mangueras para limpiar el coche, aunque el jabón viene incluido en el programa y normalmente no es necesario frotar. Además, este sistema no está exento de riesgos, ya que no utilizar adecuadamente las lanzas podrá dañar la pintura.
Lavar el coche a mano
Por último, siempre se puede optar por lavar el coche a mano. Los resultados serán óptimos, sin duda, pero esta opción es especialmente trabajosa, aunque es la que menos gasto de agua implica.
Si se decide limpiar el coche a mano en casa, habrá que tener cuidado de dónde hacerlo para evitar multas y utilizar los productos adecuados para evitar desperfectos en la pintura. Si se apuesta, por otro lado, por acudir a un profesional, el precio puede ser elevado: incluyendo la limpieza del interior y dependiendo del tamaño del coche, el coste puede superar los 100 euros.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.