En vacaciones se incrementan los desplazamientos por carretera y, con ellos, la exposición a los controles de velocidad. Exceder estos límites es una de las infracciones más frecuentes entre los conductores españoles, pudiendo acarrear importantes sanciones económicas y pérdida de puntos del carnet.
El método más sencillo para evitar estas complicaciones es, obviamente, respetar de forma escrupulosa los límites de cada vía; en todo caso, tampoco está de más conocer los aspectos básicos del funcionamiento de los dispositivos de control para adaptar la conducción a las exigencias legales.
¿Qué tipos de radares existen?
Se utilizan tres tipos de radares de velocidad: fijos (en arcenes, pórticos, cabinas o cualquier otro emplazamiento), móviles (en vehículos o helicópteros) y de tramo (miden la velocidad entre dos puntos). Hay una cuarta variante que se refiere a los que controlan las detenciones en los semáforos.
¿Cuántos funcionan en España?
Los fijos y de tramo repartidos por la geografía nacional son algo más de 850 (su número aumenta de forma constante), que ascienden hasta 1.500 sumando los móviles que se desplazan de un lugar a otro dependiendo de las necesidades o exigencias de la Dirección General de Tráfico (DGT).
¿En qué comunidades hay más?
Las autonomías en las que deberemos estar más atentos por la presión de los controles de velocidad son Cataluña, País Vasco y Madrid. Y donde menos radares encontraremos es en Navarra, Extremadura y Castilla y León.
¿Cuántos coches controlan simultáneamente?
Los radares fijos son capaces de medir la velocidad y fotografiar hasta dos vehículos por segundo de forma simultánea.
¿Están todos señalizados?
Los fijos sí que están todos señalizados, puesto que al existir grabación de imágenes la ley exige que se informe de ello a los usuarios de la vía pública. En cuanto a los móviles, la normativa no se pronuncia en el mismo sentido, aunque también se suelen advertir mediante el uso de paneles luminosos próximos a la zona de actuación del coche camuflado o el helicóptero. Además, en la web de la DGT se pueden encontrar las localizaciones de los tramos en los que actúan los dispositivos móviles.
¿Controlan ambos sentidos de la vía?
Los situados en pórticos tan sólo controlan la velocidad de los vehículos que circulan en la dirección de los carriles en los que están instalados; los de cabina se pueden programar para que midan en ambas direcciones, al igual que las cabinas laterales, aunque no suele ser muy habitual en carreteras con tráfico intenso por las dificultades propias de estas vías para la captación de imágenes válidas. Además, las motos no se verían afectadas al carecer de matrícula en la zona delantera.
¿Funcionan en cualquier condición?
Prácticamente sí en una climatología como la española; tan sólo las limitaciones de visibilidad por lluvia o niebla muy intensas les afectan (y no a su medición, sino a la obtención correcta de la imagen), puesto que por lo demás se encuentran operativos con temperaturas desde 10 grados bajo cero hasta por encima de los 50.
¿En todas las cabinas hay radares?
No, existen más cabinas que radares porque la DGT los rota de un punto a otro, así que es probable encontrarse con controles señalizados e instalados que no cumplan con su función al carecer del dispositivo de medición. Y tampoco todos los instalados funcionan de forma permanente, algunos afectados por incidencias y otros por mantenimiento.
¿Las cabinas deben estar homologadas?
Al igual que los cinemómetros se someten a una homologación y una revisión anual para garantizar su correcto funcionamiento, las cabinas en las que éstos se encuentran protegidos deben también estar convenientemente verificadas, en su caso cada seis años.
¿Se puede conocer su ubicación?
Ya hemos mencionado que los fijos están señalizados en la red vial nacional pero, además, la DGT, dentro de su política de transparencia, decidió el pasado año publicar periódicamente la ubicación de 1.200 tramos controlados por los móviles, que se pueden consultar en su web. Son los datos que utilizan los distintos dispositivos y aplicaciones de aviso de radar que utilizan muchos automovilistas y que son completamente legales.
¿Distinguen entre los tipos de vehículos?
Mediante métodos informáticos, la DGT ha emprendido un proceso de actualización de sus dispositivos para que sean capaces de distinguir el tipo de vehículo que cometa una infracción de velocidad. Es así como se aplica la sanción correspondiente a cada tipología, puesto que los límites son diferentes si se trata de un coche (o moto) o un camión, autobús o furgoneta.
¿Qué es la tolerancia 7?
Se trata del umbral de tolerancia con el que operan los radares en España y se refiere a los 7 km/h de velocidad si es por debajo de 100 km/h y al 7% de la misma cuando se circula por encima de ese límite. La DGT eligió esta fórmula al considerarla la más garantista para los conductores y por no afectar a la tabla general ya existente de velocidades de activación de los radares (en autovías o autopistas, por ejemplo, legisladas a 120 km/h se activa a 128,4 km/h).
¿Funcionan de noche?
La mayoría de ellos sí. Unos recurren a un potente flash para iluminar el vehículo y obtener la imagen sancionadora, mientras que los más modernos están dotados de tecnología de infrarrojos que facilita la identificación de la matrícula.
¿Se puede identificar a los móviles?
Lo cierto es que cada vez resulta más complicado saber si un automóvil puede ser un control, estacionado o mientras circula. La Guardia Civil de Tráfico ha ampliado su espectro de modelos disponibles e incluso se pueden encontrar algunos de marcas de lujo, puesto que no existe uniformidad en las marcas o tipologías utilizadas.
Sí suelen tener algunos rasgos comunes: huyen de colores demasiado llamativos, no montan accesorios ni pegatinas, pueden llevar dos o hasta tres antenas, su bandeja trasera está despejada y circulan a velocidades por debajo de los límites y por el carril de la derecha. Lo dicho: un dibujo demasiado genérico para poder identificar con certeza estos radares móviles.
¿Son válidas las fotos con más de un coche?
Lógicamente no, puesto que resulta imposible definir cuál de ellos ha superado la velocidad permitida. Del mismo modo, la matrícula del vehículo que aparece en la imagen debe ser perfectamente legible, motivo por el que se sanciona cualquier método para ocultar una parte de la placa que impida la visibilidad de sus dígitos o letras.
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