Un simple gesto que ayuda a reducir los accidentes

Un estudio publicado recientemente ha investigado cómo sería posible minimizar el número de accidentes con víctimas y ha encontrado una fórmula.

evolución luces coche

Un coche circulando en una carretera con niebla.

Desde 2011, las luces de circulación diurna (DRL por sus siglas en inglés) son obligatorias en Europa para todos los vehículos nuevos. Lo que no es imperativo es su uso permanente: sin embargo, si estuvieran siempre encendidas, ayudarían a reducir la siniestralidad. Esa es la principal conclusión del último estudio sobre la cuestión.

Las luces diurnas no sustituyen a las de cruce, tampoco a las de carretera o a las antiniebla. Durante el día, su presencia sólo es recomendable: por la noche y en situaciones en las que la visibilidad es deficiente, sí son necesarias. Y no porque alumbren la carretera. Con ellas, el vehículo es visible para el resto de los usuarios presentes en la vía.

Según un estudio publicado en el ‘Journal of Safety Research‘, las luces de circulación diurna ayudan a reducir el riesgo de sufrir un accidente. La investigación está firmada por la Universidad de Monash (Melbourne, Australia) y para llegar a esa conclusión, ha analizado datos procedentes de los accidentes con víctimas que tuvieron lugar entre 2010 y 2017.

Los resultados son aplicables a cualquier país. El informe explica que las DRL reducirían la siniestralidad vial en un 8,8% porque, con ellas, aumenta la visibilidad de los vehículos que las llevan encendidas y, por lo tanto, se minimizan las colisiones diurnas.

Cuando la visibilidad es más baja, durante el amanecer o el anochecer, el papel de las luces diurnas es incluso más relevante: reducen el riesgo de accidente en un 20,3%. Según la investigación, esto se debe a que se encienden automáticamente: en muchas ocasiones, los conductores olvidan conectarlas porque son momentos en los que, todavía, hay algo de luz.

La velocidad también es un factor en el que se nota la influencia de las luces diurnas. En carreteras donde el máximo es superior a 75 km/h, las DRL reducen la siniestralidad en un 13,8%: por debajo de esa cifra, rebajan la posibilidad de tener un siniestro al 7,7%.

La seguridad no debería ser opcional

Ha habido otros estudios como el del Journal of Safety Research, pero este es el más reciente en el que queda patente que las luces de circulación diurna reducen el número de accidentes relacionados con la visibilidad.

Razón por la que piden a todos los países, donde su presencia no es obligatoria, que formen parte del equipamiento de serie de todos los modelos: no sólo de los superiores. Y es que, desde su punto de vista, la seguridad del conductor y de sus acompañantes no debería ser algo opcional.

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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