Ya está aquí la Nochevieja, el momento en el que toca despedirse del 2024 y dar la bienvenida al nuevo año. Los cotillones, las cenas y las fiestas son la tónica general en este día y, cómo no, el alcohol suele estar presente en todas ellas.
El ‘yo controlo’ es una frase muy engañosa, ya que el consumo de alcohol nunca es compatible con la conducción. Ni poco ni mucho, coger el coche después de haber bebido comporta riesgos para todos aquellos que saldrán esta noche a la calle.
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La Dirección General de Tráfico despliega numerosos controles de alcoholemia durante estos días como medida de prevención. Las multas por dar más de 0,25 mg/l al soplar son 500 euros, más la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. Por encima de 0,50 mg/l, son seis puntos y 1.000 euros. En el caso de las drogas, la sanción siempre es la misma: 1.000 euros y seis puntos.
No faltan, estos días, los trucos para enfrentarse al alcoholímetro y salir airoso en el intento pese a haber consumido alcohol. Algunos de ellos son inverosímiles, pero eso no quita para que los conductores prueben suerte poniéndolos en marcha.
- Beber agua. La hidratación puede mejorar la resaca del día siguiente, pero no rebaja el alcohol que ya está en la sangre.
- Correr, saltar… La creencia de que sudar ayuda a eliminar el alcohol del organismo no tiene fundamento.
- Masticar granos de café, chicle o caramelo. Evitar que el aliento huela a alcohol no significa que el alcohol en sangre desaparezca.
- Esperar un par de horas. Los estudios indican que el hígado es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol cada hora, así que dependiendo de lo que se haya bebido dos horas no bastarán.
- Tomar un aminoácido o protector de estómago. Estos medicamentos no absorben el alcohol.
- Tomar un vaso de leche o de aceite. La gente cree que así se crea una suerte de película en el estómago que evita que el alcohol pase a la sangre, pero no es cierto.
- Soplar con la lengua hacia atrás. Se piensa que así el alcoholímetro no detecta el olor alcohol, pero no es así como funcionan estos aparatos.
- Masticar césped, chupar la batería de un móvil o una moneda de cobre. No hay ningún tipo de fundamento científico o médico detrás de estos tres mitos, que son cuando menos curiosos. Incluso pueden acabar siendo peligrosos para la salud.
Conducir con resaca tampoco es bueno
Dejando estos falsos trucos de lado, la mejor manera de evitar dar positivo en un frente al alcoholímetro es no beber nada de alcohol ni tomar drogas antes de ponerse al volante.
También hay que tener en cuenta que conducir con resaca, aunque no es un hecho sancionable, puede comportar riesgos al volante. Dolor de cabeza, cansancio general, temblores, malestar y naúseas… Todos estos síntomas asociados a la resaca pueden ser incompatibles con la conducción.
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