La Unión Europea ya ha dejado claras sus intenciones respecto a los motores de combustión. A partir de 2035, no se podrán ni producir ni comercializar vehículos con motor térmico, en favor de los eléctricos o de hidrógeno.
Esta decisión no ha estado libre de polémica desde su anuncio. Primero, varios países formaron un frente para defender el uso de los combustibles sintéticos. Los últimos estudios muestran, no obstante, que el precio por litro de los e-fuels será muy elevado.
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En todo caso, ¿qué va a pasar con los coches viejos que todavía queden en circulación? En las redes sociales se ha extendido la idea de que la Unión Europea podría llegar a prohibir su reparación, lo que forzaría a los conductores a adquirir coches más sostenibles antes de que sean los únicos a la venta.
Un nuevo reglamento que está preparando la Comisión Europea habla sobre la gestión de los vehículos al final de su vida útil. En este nuevo texto se quiere definir el concepto de vehículo residual.
Reparación de los vehículos residuales
Los vehículos residuales serían aquellos que sufran averías relacionadas con piezas como el motor, la transmisión, los frenos, la dirección o el chasis, y que tengan unos 15 años de antigüedad. Muchas voces han asegurado que la Unión Europea quiere prohibir la reparación de este tipo de vehículos.
Sin embargo, la Comisión Europea ha desmentido a través de su perfil en la red social X esta información. En la publicación se explica que uno de los objetivos de la nueva propuesta es facilitar la reparación de los vehículos viejos de una manera más sostenible y responsable.
No obstante, explica que habrá ciertos tipos de motor que no podrán repararse. Por otro lado, y en caso de que el propietario del coche calificado como vehículo residual quiera venderlo, sí que se podría considerar que el automóvil está al final de su vida útil. En consecuencia, debería trasladarse a un desguace.
Cuándo no se podrá reparar un coche
En el texto de la Comisión, que todavía tiene que ser aprobado, se explica en qué casos el coche habrá llegado al final de su vida útil. Un vehículo será irreparable cuando alguno de sus componentes no pueda repararse o sustituirse. Igualmente, si sus elementos estructurales presentan defectos técnicos irreversibles, el coche podría considerarse irreparable.
Estas medidas, detalladas en los anexos del texto, quieren evitar abusos en el mercado de segunda mano, limitando los intentos de vender coches que estén al final de su vida útil. Muchas de estas ventas contribuyen a elevar la siniestralidad en carretera y los niveles de contaminación, al seguir manteniendo en circulación vehículos excesivamente antiguos y mal reparados.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.