¿Reducirá el Gobierno la velocidad máxima en las autovías? 

Con la crisis energética como escenario de fondo, la duda vuelve a la carretera. ¿Rebajará el Gobierno la velocidad máxima en las autovías y autopistas a 100 km/h para fomentar el ahorro? O a 110 km/h, como ya ocurrió en 2011 y también con la reducción del consumo de gasolina como objetivo. 

El desmedido aumento en el precio de los combustibles y la energía, impulsado en las últimas semanas por invasión rusa de Ucrania, ha llevado al Gobierno a preparar medidas de ahorro. Y entre ellas se plantea la posibilidad de que los coches deben circulen más despacio. 

Límite de velocidad

La reducción de la velocidad máxima en las autovías ha tomado fuerza tras las palabras del lunes de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, la ministra recordó que en otro “momento de tensión, no hace tantos años, se planteó incluso la reducción de la velocidad [en las carreteras]”.

A pesar de que Ribera habló de “recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo”, algunos medios sostienen que el Gobierno baraja, como propuesta ya en proceso, la disminución a 100 km/h de la velocidad en las vías rápidas. 

Transición Ecológica lo desmiente. En respuesta a EL MOTOR, el ministerio asegura que solo llevará al consejo de ministros “el plan de ahorro y eficiencia en la administración pública”. 

Aun así, el organismo encabezado por Ribera recuerda que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) insiste “en medidas de gestión de la demanda”. Según la AIE, reducir la velocidad de 120 km a 110 km/h supondría el ahorro de 430.000 barriles diarios de petróleo.  

El ejemplo de 2011

“Ir a 110 es más barato, más seguro y menos contaminante”, dijo en 2011 Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces vicepresidente primero del Gobierno. El Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero redujo aquel año el límite en las autovías y autopistas a 110 km/h para paliar los efectos de la crisis de Libia.

La medida estuvo en vigor entre el 7 de marzo y el 30 de junio, y supuso un ahorro estimado de 450 millones de euros. A mediados de mayo, con la medida aún en vigor, el Ministerio de Industria aseguraba que el consumo de gasolina había bajado un 11,4%, mientras el de gasóleo lo hizo un 7,7%.

Las dudas de los expertos

Entre tanto, la DGT se felicitó por aquella decisión (por la reducción de la siniestralidad) y los clubes de automovilistas se opusieron. Según sus expertos, las técnicas de conducción eficiente aportan un mayor ahorro de combustible. Además, una reducción en la velocidad urbana o periurbana (donde se concentra a diario la mayoría del tráfico) habría sido también más eficaz.

Respecto a la propuesta actual, Tráfico desconoce las intenciones del Gobierno. “No es algo que nos competa a nosotros, pero entendemos que se trata solo de una recomendación del ministerio [de Transición Ecológica] y no de una posible imposición”, aseguran fuentes de la DGT.