Con la llegada del buen tiempo, las carreteras de la Comunidad de Madrid se llenan de motoristas ávidos de disfrutar de las curvas y el paisaje. Entre sus destinos predilectos se encuentra, sin duda, la M-521, una ruta que conecta Navalagamella y Fresnedillas de la Oliva, conocida por su atractivo para los amantes de las dos ruedas.
Más información
Sin embargo, en este idílico escenario, la Dirección General de Tráfico (DGT) mantiene una vigilancia constante para controlar a los que se pasan con el gas. Los radares de tramo instalados hace tres meses en esta vía siguen funcionando a pleno rendimiento.

Tramos vigilados
Estos dispositivos, ubicados estratégicamente entre los puntos kilométricos 26,915 y 27,885, controlan la velocidad media de los vehículos, asegurándose de que nadie exceda los límites establecidos.
Para los motoristas que frecuentan la M-521, es crucial recordar su presencia y adaptar la conducción. Un exceso de confianza o un simple despiste pueden dar como resultado una desagradable sorpresa en forma de multa. La DGT no baja la guardia, y la seguridad en carretera es su prioridad, especialmente en tramos donde el riesgo de accidentes es mayor.
Multas de velocidad
Es vital conocer las posibles consecuencias económicas de exceder el límite de velocidad en un radar de tramo. Si se supera el límite en hasta 20 km/h, la multa asciende a 100 euros. Para excesos entre 21 y 50 km/h, la sanción es de 300 euros y la pérdida de dos puntos del carné.
Adicionalmente, si se sobrepasa de 51 a 70 km/h implica una multa de 400 euros y cuatro puntos. Finalmente, superar el límite en más de 70 km/h conlleva una multa de 600 euros y la retirada de seis puntos en el carnet. La mejor estrategia para disfrutar de esta ruta sin sobresaltos es conducir con precaución y respeto por los límites de velocidad.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram