La moto se afianza como una alternativa muy valida de movilidad urbana en tiempos de pandemia. Desplazamientos individuales, ágiles y eficientes, además de económicos en muchos casos gracias a una oferta de producto cada vez más amplia y variada. Es el caso de la actualización que Brixton acaba de realizar de su modelo Felsberg en la cilindrada de 125cc.
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Se trata de una propuesta de estilo clásico, que emula a escala las scramblers que tanto éxito tuvieron en las décadas de los 60 y 70. Un conjunto compacto y ligero, propulsado por un monocilíndrico de cuatro tiempos, refrigerado por aire y que entrega una potencia de 11 CV. Un motor sencillo y también fiable, alimentado por inyección electrónica y con un cubicaje accesible para los usuarios de carnet B de coche con más de tres años de antigüedad.
Simplicidad, funcionalidad, polivalencia y economía son las características que mejor definen a la Feisberg. Se diseña en Austria aunque se fabrica en el sureste asiático (la marca tiene cinco factorías entre Hong Kong, China y Taiwán) y ello permite su distribución en los mercado europeos a precios muy ajustado. Una economía que se complementa con la de uso, ya que su consumo medio ronda los 2,5 litros por cada 100 kilómetros recorridos.
Opciones para elegir
Brixton ofrece la Feisberg con un sistema de repartidor de frenada entre ambas ruedas o con antibloqueo ABS que incrementa la seguridad en situaciones especialmente comprometidas (con un recargo en el precio de 200 euros).
Además, junto a la variante básica, más orientada al uso urbano, está disponible la XC, con un planteamiento campero gracias a su rueda delantera de mayor diámetro, el guardabarros elevado y un protector de carter.
En ambos casos, su precio de partida se queda por debajo de los 3.000 euros, una cifra que puede resultar un aliciente añadido para quienes busquen un medio de transporte urbano eficaz pero con carácter. En concreto, la Feisberg tiene una tarifa de 2.899 euros, mientras que la XC llega hasta los 2.999 euros.
El motor de ‘dos y medio’
Brixton también cuenta en su catálogo con una Feisberg de mayores prestaciones, aunque ya exigiendo carnet de motocicleta. Se trata de la versión de 250cc, también monocilíndrica de cuatro tiempos aunque con un rendimiento que llega hasta los 16,9 CV.
Su tecnología es algo más sofisticada, como demuestra el montaje de una horquilla invertida o un escape con forma de S de aspecto artesanal. Lógicamente la frenada ofrece el correspondiente antibloqueo para sendos discos delantero y trasero, resultando manejable al pesar 155 kilos y tener un sillín a 850 milímetros del suelo. El precio de la Brixton Feisberg 250 es de 3.899 euros y se vende en tres colores, entre ellos un verde inédito hasta el momento.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.