No solo el sector de las cuatro ruedas está asistiendo al auge de las marcas chinas, también son muchas las motocicletas que están viendo la luz. Al mercado español, en su mayoría, llegan modelos equivalentes a cilindradas bajas, pero desde el país asiático también se atreven con otros estilos, como demuestra la mastodóntica Souo S2000 de GWM.
Y no es una exageración. Tiene una distancia entre ejes de 1,81 metros, por lo que es bastante grande, y, lo que es más, su peso ronda la media tonelada: 461 kilos, así que no es apta para pilotos de cualquier talla.
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Ese volumen, no obstante, es consecuencia del tipo de moto que es, una gran turismo al más puro estilo de la Honda Goldwing (de hecho, la japonesa es algo más pequeña y ligera), pensada para recorrer kilómetros y kilómetros con las mayores comodidades que puede ofrecer una motocicleta.
Es algo que queda patente al observar el mullido asiento que hay para el piloto o el todavía más cómodo asiento del que disfruta el acompañante.
También es buena muestra de ello el amplio equipamiento con el que cuenta de serie: un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas que es más grande incluso que el de muchos coches, asientos calefactados, sistema de sonido con dos grandes altavoces, sensores de aparcamiento traseros y la posibilidad de recibir actualizaciones de software de manera remota.
Su gama está conformada por tres niveles de acabado. El ST es el básico, el GL añade un asiento trasero más grande y las maletas para guardar el equipamiento y el Founder Edition suma la pintura en negro mate y toques dorados.
Un motor inacabable
De darle vida se encarga un motor bóxer de ocho cilindros y 2.000cc que desarrolla una potencia de 152 CV, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h.
El precio de la Souo S2000 es de 218.800 yuanes, lo que al cambio actual suponen algo más de 28.000 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.