Los motoristas de temporada -esos que solo usan la moto durante los meses cálidos-cuando el frío comienza a apretar, suelen dejar su montura a buen recaudo hasta la primavera. Esta pausa invernal debe de proteger la moto del desgaste que producen las bajas temperaturas y las inclemencias meteorológicas. Sin embargo, es fundamental tomar ciertas precauciones antes de guardar la motocicleta. Una preparación adecuada garantizará que, al volver a encenderla, la moto esté en óptimas condiciones y lista para disfrutar de nuevo.
Los expertos de la aseguradora AMV han compartido una serie de consejos clave para garantizar que la motocicleta se conserve en perfecto estado durante su período de inactividad y esté lista para usarse cuando vuelva a ponerse en marcha. Con la llegada del frío y el mal tiempo, muchos motociclistas optan por guardar sus motos hasta que las condiciones climáticas mejoren. Esto no es casualidad, ya que el clima adverso contribuye significativamente a los accidentes de tráfico. Según datos proporcionados por AMV, el mal tiempo está detrás de dos de cada diez accidentes en moto. La lluvia encabeza la lista de causas (80%), seguida por la niebla (10%), el viento (7%) y el hielo o la nieve (3%).
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Sin embargo, poner la moto en hibernación no implica simplemente dejarla en el garaje y olvidarse de ella. Para que esté en óptimas condiciones cuando sea hora de usarla de nuevo, es necesario seguir ciertas pautas. Estos son los consejos más importantes:
Guardarla en un garaje
Es preferible que la moto esté protegida en un garaje en lugar de quedar expuesta al exterior, incluso si se utiliza una funda. Esto reduce el riesgo de robo, minimiza el deterioro de componentes como los neumáticos y evita posibles multas por exceder los plazos máximos de estacionamiento establecidos por las ordenanzas locales. Además, cubrirla con una funda adecuada ayudará a protegerla de la condensación y el polvo.
Realizar un mantenimiento preventivo
Antes de almacenar la moto, es aconsejable dar un último paseo para verificar que todo funcione correctamente y realizar un mantenimiento básico, ya sea personalmente o en un taller especializado. Estos son los puntos clave a revisar:
- Cambiar el aceite y el filtro para evitar que residuos se solidifiquen y puedan dañar el motor al arrancarlo.
- Sustituir o limpiar el filtro de aire.
- Verificar los niveles de líquidos, como refrigerante, o líquido de frenos.
- Inspeccionar el sistema de transmisión, especialmente si utiliza cadena.
- Lubricar las partes móviles, como cables, manetas, cerraduras, reposapiés y el caballete.
Llenar el depósito de combustible
Es importante llenar completamente el depósito de gasolina y añadir un aditivo antioxidante para prevenir la formación de impurezas. En el caso de motos con carburador, conviene vaciar el combustible del mismo para evitar problemas futuros.
Ajustar la presión de los neumáticos
Si la moto va a estar en contacto con el suelo durante un tiempo prolongado y no se dispone de un caballete central, es necesario incrementar la presión de los neumáticos entre 0,5 y 1 bar por encima de lo recomendado por el fabricante para evitar deformaciones.
Desconectar la batería
Para evitar que se descargue, es recomendable desmontar o desconectar la batería. Durante este tiempo, se debe comprobar el nivel de la carga periódicamente. Para ello se pueden emplear las siguientes herramientas:
- Voltímetro: este aparato indica el nivel de carga. Puede ser una unidad externa que se conecta a los bornes de la batería o un medidor instalado en la moto.
- Mantenedor de batería: es una herramienta muy práctica, algunos ejemplares no cargan la batería, solo actúan para que ésta no se descargue. Aunque existen modelos en el mercado que además de mantenerla también la carga.
- Cargador inteligente: si existe la necesidad de cargar la batería, se puede utilizar un cargador inteligente. Estos adecúan la carga a las necesidades reales de la batería.
- Cargador tradicional: los cargadores de toda la vida. Con estos dispositivos es preferible cargar la batería a una décima parte de su capacidad durante 10 o 12 horas en lugar de seleccionar un proceso de carga rápida.
Limpiar la moto a fondo
Lavar la moto antes de guardarla es fundamental para evitar la corrosión y el deterioro. Se debe utilizar una manguera o pistola a presión junto con detergentes específicos para eliminar suciedad, grasa y restos de insectos. También es importante limpiar el motor con un espray especial y la cadena con un cepillo y detergente apropiados. Es necesario asegurarse de que esté completamente seca antes de guardarla.
Caballete central
Para evitar que los neumáticos se deformen, lo ideal es que la moto repose en un caballete central, asegurando una posición estable y horizontal. De esta manera, las gomas no tocan el suelo, que es lo que se debe evitar a toda costa.
Utilizar un antirrobo
La seguridad es esencial, incluso en el garaje. Se recomienda utilizar sistemas antirrobo eficaces como alarmas, candados en U, cadenas, inmovilizadores o anclajes fijos. Cuantos más sistemas se usen, mayor será la protección.
Mantener el seguro vigente
Aunque la moto no se utilice, es obligatorio que esté asegurada mientras esté dada de alta en Tráfico. Esto es crucial, ya que podría causar daños a terceros, incluso guardada, en caso de accidentes como incendios o caídas.
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