La gran mayoría de los frenos que montan las motocicletas son hidráulicos. Esto quiere decir que disponen de un depósito donde se encuentra el líquido de frenos, una bomba, un circuito y una pinza que recibe la presión del líquido y hace que unos pistones se expandan y empujen las pastillas contra el disco.
Uno de los problemas a la hora de frenar son los derrapes. Estos se suelen producir por una frenada brusca y porque se minimiza la adherencia de las ruedas sobre la carretera. Las distintas evoluciones del sistema ABS han ido ayudando a evitar este problema, pero en muchos modelos de motos deportivas y, sobre todo, en ejemplares de competición, el ABS o no existe o puede directamente desconectarse.
Para reducir los problemas con los derrapes y mantener la estabilidad de la motocicleta, Kawasaki ha patentado un nuevo tipo de freno electrónico que ayudaría a hacer la moto mucho más estable.
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La estabilidad en las frenadas
El sistema funciona en la cadena y el piñón de ataque de la moto y no en los discos de freno, ya que se trata de un tipo de embrague magnético que puede accionarse electrónicamente para aplicar una carga de corriente a la cadena durante la deceleración. Este sistema ayudaría a estabilizar la moto justo en el momento crítico para evitar una caída lateral.
Con los sistemas actuales, una frenada en una curva, además de ralentizar la moto, también tira de ella hacia abajo comprimiendo la suspensión. De este modo, el neumático delantero se hunde en el asfalto, aumentando el agarre de la parte delantera de la moto. Sin embargo, llega un momento en el que es necesario soltar el freno delantero, y es esta acción puede (en algunos casos) hacer que la parte delantera pierda agarre, lo que puede provocar una caída.
El problema es que cuando se suelta el freno delantero, los muelles de las horquillas intentan volver a su posición normal, reduciendo la presión sobre el neumático delantero en el proceso, lo que a su vez reduce la cantidad de agarre del neumático delantero.
Los frenos del futuro
Este futurista sistema de frenada de Kawasaki resolvería el problema gracias al freno magnético, que actúa sobre el piñón de salida y reduce la velocidad de la moto sin tener que usar los frenos convencionales. Así, aplica una corriente a la cadena de la moto mientras desacelera, incluso después de soltar el freno delantero.
De este modo, la moto seguirá aplicando cierta fuerza sobre la suspensión, reduciendo parte de la acción de rebote de las horquillas que puede causar una caída lateral. Aunque estos frenos del futuro van como anillo al dedo a las motos de competición, Kawasaki lo llevaría a sus motos deportivas de carretera.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.