Harley-Davidson Sport Glide, polivalencia con estilo

Harley-Davidson continúa ampliando su oferta de productos y en el Salón de Milán, que se celebra estos días en la ciudad italiana, acaba de presentar un componente más de su familia Softail: la Sport Glide. Una motocicleta que combina toda la autenticidad de la marca estadounidense con una polivalencia que la hace ideal para prácticamente cualquier utilización, desde el uso urbano cotidiano a desplazamientos ambiciosos por carretera.

Harley recurre al concepto de dos motos en una con la Sport Glide. Es así gracias a dos componentes claves que se montan y desmontan con tanta facilidad como rapidez: su pequeña cúpula anclada al faro y sus par de maletas laterales rígidas. De este modo, es sencillo pasar de un concepto minimalista de estilo custom a otro mucho más funcional y viajero, adaptándose así la configuración de la moto a las necesidades o preferencias puntuales de su propietario. El carenado delantero protege del viento con su estudiada aerodinámica y su pantalla de 3,8 centímetros (se puede montar como opción una de mayor altura, casi 14 centímetros), mientras que las maletas ofrecen una capacidad conjunta de 25,5 litros.

La Sport Glide recurre al chasis Softail de la marca ya visto en su gama 2018, con el amortiguador trasero oculto, aportando la novedad de una horquilla invertida con barras de 43mm que otorgan una destacable rigidez al tren delantero; en el trasero, el amortiguador central cuenta con un mando remoto para el ajuste de la precarga del muelle, que facilita adaptar su dureza a las exigencias de uso de cada momento en base al peso transportado o las características del trazado.

La polivalencia es la gran virtud del nuevo modelo. / Harley

El corazón de la recién llegada es el motor bicilíndrico en V Milwaukee-Eight en su variante de 107 pulgadas (1.750cc), anclado de forma rígida al chasis con las sensaciones únicas que ello reporta al piloto. Las salidas de sus dos cilindros derivan en un escape único, con unos colectores serpenteantes que refuerzan la deportividad de la moto y mejoran su ángulo de inclinación en recorridos revirados.

Entre el equipamiento de la Sport Glide destacan el acelerador electrónico con control de crucero, las estriberas adelantadas, la iluminación LED, el arranque sin llave, un puerto de carga USB y la alarma. Todo ello, por un precio de 19.500 euros con pintura negra y de 19.750 euros en colores granate o plata.