Ray Electric Motors presenta el RAY 7.7, un escúter eléctrico de 10,7 kW (equivalente a un modelo de 125cc) que lleva dos años en desarrollo y comenzará sus entregas en verano. Ya está en preventa, con una reserva de 500 euros y un precio de 7.500 euros que, con las ayudas del Plan Moves III puede rebajarse a 6.200 euros.
El RAY 7.7 se encuadra en el segmento de las motocicletas de 125cc, uno de los más populares, puesto que se puede acceder a él tanto con el permiso de moto A1 como con tres años de antigüedad en el carné de conducir B, el genérico de coches.
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Por eso la firma española ha desarrollado un modelo de dimensiones compactas (2,05 metros de largo) y peso contenido (165 kilos) pensado para un público muy amplio, algo que recalca su asiento regulable en altura (800, 785 y 770 milímetros), apto para pilotos de diferentes tallas.
Su suelo plano ayuda a que la postura de conducción sea cómoda y relajada, y la anchura del asiento otorga al copiloto espacio suficiente. Debajo, además del cable de carga puede alojarse un casco integral; y al RAY 7.7 no le faltan otras soluciones prácticas, como un gancho tras el escudo frontal o un pequeño compartimento con toma de USB para la recarga de dispositivos.
El móvil, por otra parte, se puede conectar a la moto vía bluetooth y con una app gestionar la carga de la batería, localizar el escúter o utilizar el navegador. Este manda las indicaciones al cuadro de mandos, con una pantalla TFT a color de cinco pulgadas que se controla desde la piña izquierda del manillar.
El control y manejo del cuadro de mandos resulta muy intuitivo, siendo la función básica, con toques a izquierda y a derecha, la que permite cambiar entre los tres modos de conducción disponibles: City (aceleración media, alta regeneración energética al soltar el acelerador), Sport (máximas prestaciones, regeneración media) y Flow (elimina la regeneración para dejar que la moto avance por inercia al dejar de acelerar).
En una breve toma de contacto tanto en circuito (un trazado de karts bastante revirado) como en carretera abierta, la diferencia entre las tres modalidades fue clara.
El sistema de propulsión del RAY 7.7 tiene una potencia de 10,7 kW, es decir, los 14 CV habituales en las motos de 125cc. Como es característico de los modelos eléctricos, al mover el acelerador la respuesta es inmediata, transmitiendo una aceleración briosa incluso en el modo City.
Al activar el Sport el cambio es sustancial, notándose el pico de potencia que duplica la fuerza base del modelo: se aprecia de manera notable el tirón de la moto. De la misma manera se deja notar el sistema de frenada regenerativa, que recarga la batería al decelerar haciendo casi innecesario tocar el freno (en el modo City); aunque hay que acostumbrarse al principio, resulta bastante práctico.
La disposición de sus baterías, en forma de ‘U’ en el suelo de la moto, rebaja el centro de gravedad y facilita una conducción bastante ágil, por lo que no resulta complicado situar la moto en la trazada deseada.
La prueba fue breve y no hubo oportunidad de analizar el consumo energético, pero Ray Electric Motors apunta que la batería de 7,7 kWh le otorga una autonomía de 150 kilómetros en uso mixto, y que sus tiempos de recarga son de 4 horas y 20 minutos –con el cargador de 1,8 kW de serie– o de 2 horas y 35 minutos con el opcional de 3,3 kW.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.