Voxan Wattman, la moto eléctrica más rápida del mundo, llega a 454 km/h

Conducida por Max Biaggi y equipada con un motor de Fórmula E de 430 CV de potencia, ha conseguido diez récords mundiales de velocidad.

Voxan Wattman

La versión semicarenada de la Voxan Wattman integra al piloto.

Las motos eléctricas se postulan como una de las mejores maneras de aplicar la tecnología sin emisiones, puesto que pesan menos, usan baterías más pequeñas y suele hacer trayectos más cortos. Muchos fabricantes buscan un enfoque racional a esta alternativa, mientras que otros ven en ellas la posibilidad de batir récords del mundo.

Es el caso de la Voxan Wattman, un modelo que lleva en desarrollo varios años y que acaba de presentar una nueva evolución. Y ha acudido a la NASA Shuttle Landing Facility (una pista de aterrizaje para transbordadores espaciales en el Kennedy Space Center, en Florida) y ha conseguido nada menos que diez nuevos récords de velocidad.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 22 de noviembre con el veterano piloto Max Biaggi a los mandos, que pudo montar dos variantes de la Wattman, una con un carenado parcial, que consigue la mejor aerodinámica, y otra sin carenado, que ofrece una mayor resistencia al aire.

Las diferencias entre ambas son bastante claras, ya que en la versión carenada el piloto va más tumbado y se integra completamente dentro de la estructura de la moto, protegido por la cúpula; en la segunda va más expuesto.

Lo que es común a las dos es su apartado mecánico, con el mismo motor que utiliza el monoplaza de Mercedes de Fórmula E. Se trata de un bloque de 317 kW de potencia, es decir, 430 CV, que le ha permitido alcanzar una velocidad máxima de hasta 454 km/h. Es la moto más rápida del mundo.

Esto le ha valido el récord de una milla con salida rápida y carrocería parcialmente carenada, en la categoría de menos de 300 kilos. Pero la cosa no se ha quedado ahí, ya que también ha batido estos otros nueve récords:

La Voxan Wattman sin carenado.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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