Zero DSR/X: la primera maxitrail eléctrica

El segmento de las motos de aventura está tomando cada vez más peso en el catálogo de la gran mayoría de las marcas.

Zero DSRX
El segmento de las Maxitrail tiene una nueva competidora 100% eléctrica. | Ana Cárdenas

Las motos trail son esas monturas de líneas saharianas que el grueso de los compradores utilizan, sobe todo, en el asfalto. Estas motocicletas están viviendo sus días de vino y rosas. Varios modelos, con un amplio abanico de precios, se han colado en la tabla de los más vendidos en España. Es la opción ganadora para aquellos que buscan una moto para todo.

En 2023, con permiso de los infatigables escúteres, estos modelos aventureros fueron los que más ventas acumularon. La lista de las cinco más vendidas la encabezó la BMW R 1250 GS con 2.688 unidades despachadas, le siguieron la Yamaha Teneré 700 (1.964 unidades), la Honda TransAlp (1281 unidades), la BMW F750 GS (1.175 unidades) y la Honda CRF 1100L Africa Twin (1.167 unidades).

El gusto de los usuarios ha cambiado radicalmente en la última década, decantándose por este tipo de ejemplares trail, en contraprestación a las naked —motos sin carenado— y a las defenestradas deportivas, que un día reinaron con puño de hierro la clasificación de las más demandadas. Las aventureras han tomado el relevo y, cómo no, hacía falta una eléctrica entre ellas. La respuesta es esta DSR/X de Zero Motorcycles.

El mercado eléctrico se estanca

La Zero DSR/X, aunque es una de las motocicletas 100% eléctricas más actuales, bebe de lo que ya se inventó hace 155 años. En 1868 el estadounidense Ányos Jedlik fue el pionero en construir una motocicleta que contaba con un motor eléctrico y una batería recargable. Esto demuestra que los modelos sin emisiones no son algo actual obligados por las normativas anticontaminación.

Es cierto que la progresiva electrificación del parque se está haciendo notar más en los automóviles, pero los fabricantes de motocicletas también empiezan a incluir más modelos sin emisiones en sus catálogos. Aunque las ventas se están comportando de manera ciclotímica. Así, el acumulado en 2023 descendió un 14,3% —respecto al mismo periodo de 2022— quedándose en 13.197 matriculaciones.

Diseño

Volviendo al modelo de esta prueba, a primera vista, la Zero DSR/X llama la atención por su porte. Es una moto grande con unas hechuras similares al resto de maxitrails del mercado. Mide 2,22 metros de largo, algo menos de un metro de ancho y con una cota máxima de 1,39 metros en su parte más elevada. Por su parte, la distancia entre ejes es de 1,52 metros y la altura del asiento marca 865 milímetros.

Para aquellos pilotos de menor altura, se puede pedir como accesorio una poltrona más baja (805 milímetros), gracias a la estrechez en esa zona, donde se junta el chasis con el subchasis, que permite llegar bien al suelo incluso a usuarios de que no alcancen los 1,70 metros.  

Chasis

Para fabricar esta trail eléctrica se ha partido de cero, todo es nuevo. Por ejemplo, su chasis tubular de acero ha sido desarrollado para maximizar la resistencia y reducir el peso al máximo. Asimismo, la unidad de potencia está ubicada en la zona óptima para mejorar la distribución del peso, del centro de gravedad y para aumentar la distancia libre al suelo. Además, monta un basculante de doble brazo atornillado con un pivote coaxial en su unión al chasis.

Suspensiones y frenos

Uno de los ejes de la marca estadounidense, sobre los que se desarrolló esta maxitrail eléctrica, fue la comodidad y la suavidad de conducción en cualquier tipo de terreno. Para ello han dotado a la DSR/X con una horquilla invertida Showa con barras de 47 milímetros de diámetro —con un recorrido de 190 milímetros — regulable en todas sus vías. 

Para el eje trasero, han dispuesto un monoamortiguador de la misma marca, con idéntico recorrido y que incorpora un mando para la regulación de la precarga de fácil manejo. Por su parte, el equipo de frenos también es de primer nivel. Delante un doble disco de 320 milímetros, pinzas J. Juan de cuatro pistones y anclaje radial. Detrás un solo disco de 265 milímetros con pinza de doble pistón.

Motor y batería

La DSR/X también estrena motor eléctrico de transmisión directa. Se trata del nuevo Z-Force 75-10X, que está específicamente adaptado a los rigores de la conducción fuera de carretera. Mantiene la arquitectura clásica de la marca con imanes internos permanentes, sin escobillas y la refrigeración pasiva por aire. 

Rinde 75 kW (100 CV) de potencia y 225 Nm de par, permitiéndole alcanzar los 180 km/h de velocidad máxima. Aunque dónde ofrece cifras de infarto es en la aceleración de 0 -100 km/h, parando el crono en tan solo 3,82 segundos. 

Por su parte, la batería de iones de litio dispone de una capacidad de 17,3 kWh que le otorga una autonomía homologada de 288 kilómetros en ciudad y 172 kilómetros en autopista. La recarga de la batería se efectúa en 2,7 horas con un cargador estándar y de 1,6 horas con el cargador rápido de 6 kW.

Electrónica de primer nivel

La compañía Zero Motorcycles hace gala de instalar en los modelos de su catálogo un alto nivel de electrónica. Entre esa combinación entre el hardware y el software destaca su sistema operativo denominado Cypher, que actúa como conductor de todos los dispositivos de la moto. Ofrece un rendimiento preciso y eficiente para ofrecer al conductor una gran variedad de opciones de personalización y actualizaciones a través de la app de Zero.

La última actualización del sistema operativo, Cypher III+, comanda las ayudas electrónicas (desarrolladas por Bosch) y entre las que destacan el sistema de frenada combinada, el asistente para frenadas en pendiente o el modo Park, que facilita las tareas de aparcamiento gracias a la combinación de marcha atrás y adelante para movimientos a baja velocidad. Por su parte, la instrumentación de la DSR/X es totalmente digital.

Sensaciones de conducción

Es cierto que es una obviedad, pero lo primero que siente nada más girar el puño del acelerador de la Zero DSR/X, es la ausencia de ruido mecánico. Solo un leve zumbido, mientras toma velocidad, hace recordar al extrañado piloto que se encuentra a los mandos de una moto eléctrica. Por lo demás, se siente como un modelo de combustión, pero que ofrece unas aceleraciones de coche superdeportivo. Si se busca ser el primero que salga de los semáforos, no existe rival posible.

Los trayectos urbanos son una delicia; a pesar de su buen tamaño, se mueve con destreza entre el intenso tráfico y su uso en el día a día ofrece al usuario una gran herramienta. Es cierto, no es un escúter, pero la ausencia de embrague y el amplio rango de usabilidad de su motor eléctrico, la acercan a los reyes de la ciudad. Además, otro argumento de compra, que habitualmente se pasa por alto en las motos sin emisiones, es la ausencia de calor a las piernas del conductor que emiten estos motores en verano. Un gran invento.

Cuando se abandona la ciudad y se interna en las autovías de circunvalación, se comporta también de manera excepcional. La comodidad y ergonomía permiten realizar una conducción fluida. Además, su cúpula, regulable en altura mediante un pomo, ofrece una buena protección contra el viento.  La respuesta del motor varía según tenga engranado el modo de conducción de los cinco disponibles (Eco, Rain, Standard, Sport y Canyon), que se realiza mediante un botón y en marcha. 

Para realizar la prueba se empleó un recorrido diario, de unos 80 kilómetros de ida y vuelta, entre Madrid y una población de las afueras de la capital. Salvo que siempre se debe llevar un ojo en el consumo de electricidad y la autonomía por miedo a quedarse tirado —el gran problema de los vehículos eléctricos— ahora mismo no existe algo tan entretenido para ir a trabajar. 

Cada noche se cargó la DSR/X en un enchufe normal y por la mañana se encontraba al 100%. Todos los días sobraban kilómetros en su batería para efectuar dicho recorrido. El único terreno en el que esta motocicleta es inferior a las de gasolina, es a la hora de hacer viajes largos. Sería una gran rutera si su autonomía en autopista fuera más allá de los 130 kilómetros (Inferior al homologado) que se pueden hacer con una carga llevando un ritmo legal y con el control de crucero activado.

En definitiva, si se busca una motocicleta que ofrezca muchas satisfacciones, entre ellas una movilidad sin emisiones y una rebaja considerable en el gasto que se hace en combustible. Un día, otro motero que también rodaba con una Zero expuso que él no llegaba a los 30 euros de luz al mes cargando la moto en su casa y haciendo una ruta diaria de 90 kilómetros para ir y volver al trabajo. Ese argumento es demoledor al precio actual de los combustibles.

Precio y disponibilidad

La Zero DSR/X se puede adquirir en los diferentes concesionarios de la marca en España a un precio de salida de 23.895 euros, por lo que se queda fuera de la ayuda de 1.300 euros para adquirir una moto eléctrica con el Plan Moves III. 

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