Minoritarias, pero representativas, y escaparates avanzados de las últimas tecnologías del automóvil. Y ahora, con la competencia de los todoterrenos o SUV y los nuevos turbodiésel de alto rendimiento, a precios menos inaccesibles. Las berlinas grandes han sido los coches de altos ejecutivos y empresarios de éxito, pero sus siluetas clásicas pierden aceptación entre las nuevas generaciones, que prefieren la capacidad y versatilidad de los SUV equivalentes.
A cambio, ofrecen una aerodinámica y peso más eficientes, que reducen el consumo, mejoran su comportamiento y permiten disfrutar más la conducción.
En esta prueba se enfrentan los Mercedes Clase E, Volvo S90, Audi A6 y Jaguar XF. Todos llevan motores turbodiésel de media cilindrada y cambios automáticos multimarchas, un conjunto en teoría justo para mover sus más de 1.700 kilos (solo el Jaguar pesa menos), pero en la práctica más que suficiente.
CONDUCCIÓN
Las cuatro grandes berlinas tienen motores de dos litros, a priori algo justos para su tamaño y peso, pero ofrecen prestaciones desahogadas, incluso a plena carga. La clave es la compenetración entre la fuerza de los turbodiésel y los cambios automáticos multimarchas. Pero el mejor conjunto es el del Mercedes. Con 194 CV y la nueva caja de nueve marchas, supera en prestaciones a sus rivales. Aparte de tener el mejor cambio, responde de forma inmediata y enérgica al acelerador, sube hasta 4.600 vueltas y es muy refinado.
El Audi equipa un 2.0 TDi de 190 CV con cambio S-Tronic de doble embrague y siete marchas. Y lo hace todo bien, pero con menos contundencia y prestaciones que el Clase E, tanto a bajo régimen como al estirar las marchas.
El Volvo y el Jaguar están por detrás. El primero tiene un 2.0 biturbo de respuesta tan constante y lineal que apenas transmite carácter. Responde con poderío y el cambio es tan suave que no se notan los saltos de marcha. Pero le penaliza el peso, 1.800 kilos, y las enormes llantas (20 pulgadas de la unidad de pruebas).
El Jaguar rinde 180 CV, pero tanto el motor como el cambio de ocho marchas responden al instante y parece el más rápido por sensaciones. Pero al acelerar se echan de menos esos 10 CV menos, y aunque es el más ligero (1.630 kilos), corre como el Volvo. Por último, las cuatro berlinas incluyen varios modos de conducción (Confort, Sport, Eco, etcétera) que varían la firmeza de dirección, la suspensión y otros detalles.
El Mercedes y el Audi tienen también mejor estabilidad. El Clase E es de tracción trasera, pero no se aprecia en las reacciones, en parte por la calidad de sus ayudas electrónicas a la conducción, que actúan cuando hace falta sin que se note. El tren delantero entra muy bien en las curvas y el conjunto transmite aplomo y confianza con un equilibrio impecable.
El Audi tiene tracción delantera, pero va casi igual y resulta muy fácil de conducir. Reacciona de forma proporcional a lo que se hace con el volante y los pedales, y da mucha seguridad. El Jaguar lleva una dirección muy rápida y sorprende por lo bien que entra en las curvas, pero se inclina más.
Y el Volvo invita a una conducción más tranquila, y no por falta de agarre, que es muy alto con las llantas opcionales de 20 pulgadas de la unidad de pruebas. Pero aunque entra bien en las curvas y balancea lo justo, filtra tanto las reacciones de la dirección, la suspensión y las ruedas que el conductor no siente si está al límite de adherencia, justo al contrario que el Audi.
Estas grandes berlinas paran muy bien, pero el S90 necesita menos metros en frenadas de emergencia, en parte por sus grandes ruedas. Le sigue el Mercedes, que equipa unas pinzas de frenos de carreras, y el Audi y el Jaguar están algo por detrás, también porque llevan ruedas más pequeñas. Los cuatro exhiben una calidad de conducción exquisita que se disfruta mucho al volante, con un tacto muy fino y unos mandos precisos que reflejan su refinamiento.
CONSUMOS
Los consumos son muy bajos para el tamaño de estas berlinas. El Audi, el Jaguar y el Mercedes han gastado igual en la prueba: siete litros justos viajando a ritmos tranquilos y nueve en ciudad y apurando más las marchas. El Volvo acusa el peso y consume entre medio y un litro más en iguales condiciones.
Las emisiones de CO2 son bajas y similares y ninguno paga impuesto de matriculación: 110 g/km el A6, 114 el XF, 116 el S90 y 120 el Clase E.
VIDA A BORDO
Estas cuatro berlinas de casi cinco metros de largo ofrecen interiores muy amplios. Se aprecia sobre todo en las plazas delanteras, que incluyen grandes butacones con todo tipo de reglajes –de serie y opcionales– que permiten hacer viajes largos con un gran confort. Y atrás, aunque tienen tres plazas, están configuradas para alojar dos ocupantes con la máxima comodidad, porque muchas veces viajan con chófer.
Así, la zona central de la banqueta suele ser más rígida y lleva en el piso un túnel central bastante voluminoso que molesta en los pies del tercer pasajero del centro. Pero dentro de estas limitaciones, la plaza central menos incómoda para tres adultos es la del Clase E.
Aunque todos son muy amplios atrás, el Volvo es el que ofrece más espacio para las piernas, y los otros tres son parecidos. En cambio, el más ancho es el Mercedes, con los otros tres también igualados, pero no lo aprovecha, porque los laterales de la banqueta no llegan hasta las puertas y dejan un espacio sin aprovechar.
Al margen de las cifras oficiales, el mejor maletero según nuestras mediciones es el del Clase E, que incluye kit antipinchazos y aprovecha el hueco de la rueda de repuesto para habilitar un doble fondo de 80 litros apto para una maleta de cabina de avión.
Las demás berlinas llevan rueda de emergencia, más segura en caso de incidencias como un reventón. Pero el S90 ofrece una capacidad similar al Clase E, aunque en un cofre único más aprovechable, y el Audi y el Jaguar están igualados por detrás.
En los acabados todos están bien presentados, con materiales de calidad y buenos ajustes, pero el Mercedes es el más vanguardista y espectacular. Destaca por su calidad de conjunto, pero sobre todo por el diseño del salpicadero. Así, incluye una pantalla gigante que ocupa dos tercios de este y se prolonga hasta el borde izquierdo de la guantera, integrando el cuadro de instrumentos y la consola central en una pieza y dejando las salidas de aire por debajo.
El Volvo es también original, con un salpicadero muy vertical de trazos limpios que integra la instrumentación digital y una pantalla gigante en la consola que sobresale del resto. El Audi y el Jaguar son más convencionales, pero el primero transmite elegancia y calidad, y destaca por la facilidad de uso de los menús.
El XF es el más discreto, con un aire sencillo y menos sofisticado en el que solo sobresale el mando circular del cambio. Y se queda por detrás en imagen y presencia. Entre las carencias, sorprende que ninguno lleve guarnecida la zona superior del interior del maletero.
El confort de marcha es uno de los principales puntos fuertes de estas berlinas grandes, con unas suspensiones e insonorización que filtran todo de maravilla. Pero dentro de su elevado nivel de sofisticación, el Mercedes, el Audi y el Volvo son más silenciosos y refinados que el Jaguar, que, aunque mantiene un confort notable, deja sentir algo más las irregularidades del piso y el sonido del motor y la rodadura.
IMAGEN Y DISEÑO
El Volvo tiene el mérito de buscar la originalidad. Por delante combina un capó abombado y robusto, unos faros estrechos y vanguardistas y una parrilla algo pretenciosa con un pliegue muy peculiar. Y tiene una línea sencilla pero elegante y zaga de cupé. Las demás berlinas se parecen tanto a sus antecesores que cuesta distinguirlos.
El Jaguar reinterpreta en su rostro la elegancia clásica inglesa y añade un lateral de trazos simples y cintura impecable. El Audi aporta un frontal rotundo, su potente parrilla y faros de mirada felina. Y acentúa la solidez en el lateral y la zaga.
Y el Mercedes fusiona la clase de su parrilla con el aire deportivo de sus enormes tomas de aire para romper su clasicismo. En el diseño interior, el Clase E y el S90 imponen sus imponentes pantallas a la sencillez y orden del A6 y el estilo sobrio algo superado del XF.
PRECIOS Y EQUIPAMIENTO
Diferencias simbólicas entre las cuatro berlinas, salvo el Clase E. El Audi es el menos caro, 46.320 euros, pero con solo 600 de ventaja sobre el Volvo y el Jaguar, que cuestan 46.961 y 46.963. El Clase E, en cambio, sube a 51.101 euros.
Al tratarse de motorizaciones básicas, el equipo de serie no es generoso, salvo el de seguridad, y muestra carencias sorprendentes para su precio. Todos incluyen de serie lo habitual: climatizador, control de velocidad, ordenador de viaje, botón de arranque, sensores de lluvia y faros, start& stop, retrovisores eléctricos, llantas de 17 pulgadas (16 en el Audi), radio CD (108 euros en el Volvo) y USB y Bluetooth (810 euros en el A6). El Mercedes viene con asientos delanteros eléctricos (solo el del conductor en el Jaguar), pero el XF tiene tres años de garantía. Y el Volvo añade tapicería de cuero y sensores traseros de aparcamiento.
Aparte del equipo de seguridad habitual –seis airbags, ABS, control de estabilidad y sensor de presión de ruedas–, el Mercedes y el Volvo añaden un airbag de rodilla (conductor) y sistema precolisiones, que prepara el coche para el impacto (tensa cinturones, etcétera).
El Jaguar lleva alerta de cambio de carril (también el S90) y capó antiatropellos, como el Clase E, que suma llamada automática de emergencia, y detector de fatiga (también el Volvo). Pero el modelo sueco viene con radar antichoque ACC, lector de señales y frenada de emergencia en ciudad. El comportamiento dinámico es seguro en todos, pero el funcionamiento impecable de los sistemas electrónicos del Mercedes le dan ventaja sobre los demás.
CONCLUSIÓN
Victoria mínima del Mercedes, penalizado por el precio, pero es el mejor conjunto, con una calidad mecánica y un equilibrio entre estabilidad y confort sobresalientes y unos sistemas de seguridad impecables.
Le sigue a un punto el Volvo, con el diseño más original, el mejor equipo de seguridad y un gran confort, pero pesa y gasta más. El Audi es tercero con una calidad y facilidad de conducción excelentes, pero tiene un diseño más visto. Y el Jaguar ofrece una imagen diferente, es el más ligero y responde al instante, pero tiene un interior menos sofisticado.
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