La vida es una continua toma de decisiones. En la mayoría de las ocasiones, las opciones que se nos ofrecen son excluyentes entre sí y el mundo de la automoción no es un excepción: deportivo o espacioso, potente o eficiente, lujoso o barato… Por eso, alegra encontrar un modelo que te permite tanto ir a recoger a los niños al colegio como meterte en circuito a ‘desestresarte’ con garantías.
Seat ya contaba en su haber con un modelo que cumplía en lo segundo y que daba la talla en los primero, el León Cupra. Pero ahora, para complementar la gama compuesta por las carrocerías SC y cinco puertas y satisfacer a los clientes que quieren toda la deportividad de esta versión pero necesitan un extra de espacio (la carrocería es 270 mm más larga), ha presentado la variante Cupra ST. Y nosotros la hemos probado.
Salta la vista que, excepto por la zaga , es exactamente igual que el resto de los Cupra, con la estética más agresiva de la gama gracias a los paragolpes y la parrilla específicos, los angulosos espejos retrovisores, las dos salidas de escape ovaladas y las llantas exclusivas. Se trata de un coche muy vistoso en conjunto, algo que todavía se puede realzar más gracias a los Color Packs. Estos paquetes, disponibles en negro, blanco o naranja, personalizan el tono del marco de la parrilla, las llantas, los retrovisores y el logo Cupra del portón trasero.
Una vez en el interior la sensación es la misma que en sus hermanos: un habitáculo sencillo, bien rematado y con numerosos toques deportivos. Los asientos, específicos de esta versión, combinan cuero y Alcantara negro con los laterales en blanco; el volante es achatado en la parte inferior y está tapizado en cuero perforado, no faltan las molduras de aluminio en las rejillas de ventilación, la consola central o la palanca de cambios, y llama la atención la iluminación ambiental en tono rojo que hay en las puertas. Una novedad que introduce esta carrocería ST es el sistema de navegación con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, que se introducirá también en los SC y cinco puertas, desde la que podemos controlar la radio, el navegador o seleccionar el modo de conducción (Cupra, Individual, Sport o Confort), entre otras cosas. También está la opción de manejarlo desde los controles situados en el volante y ver la distinta información en la pequeña pantalla situada en el cuadro de instrumentos entre los relojes del tacómetro y el velocímetro.
A la hora de elegir la unidad a probar no hubo mucha complicación: el León Cupra ST solo está disponible en la versión 280. Al preguntar a qué se debe la ausencia del algo más pequeño 265 en esta carrocería, la gente de Seat nos comentó que hasta el momento éste apenas ha supuesto un 4% de las ventas totales del León Cupra, por lo que cuando se lance el familiar al mercado en junio, el 265 desaparecerá también de la oferta de los SC y cinco puertas. El movimiento es lógico y responde a una tendencia de mercado también muy lógica: ya que vas a comprarte un Cupra, te haces con el más ‘gordo’.
Para nosotros, mejor que mejor. Al volante, los 280 CV y los 350 Nm de par máximo del ‘animalito’ se dejan notar desde el primer momento y de una manera muy eslástica ya sea con la caja de cambios automática DSG de seis velocidades o con la manual del mismo número de relaciones. Aunque, hay que decir que si tenemos que elegir una, nos quedamos con la manual. La automática responde en todo momento y ‘jugar’ con las levas es divertido, pero con el cambio manual tienes la sensación de exprimir el motor hasta donde tú quieres.
Seat afirma que se han pulido ambas transmisiones para ofrecer una relación más corta en las marchas más bajas y una sexta para liberar motor y reducir el consumo. Lo cierto es que se nota, ya que contando el caballaje bajo el capó y a pesar de ir ‘ligeros’, marcaba un gasto de 9,5 l/100 km.
Finalizada la prueba dinámica en carretera y tras comprobar que es un coche ‘viable’ para el día a día (la suspensión, aun siendo dura, no es incómoda, y el gasto de combustible tampoco es excesivo) nos dirigimos al circuito de Castellolí para testar su lado más radical. Fue allí donde dejamos nuestros León Cupra ST ‘normal’ para ponernos al volante de tres unidades especiales equipadas con los llamados Performance Pack. Estos paquetes ofrecen mejoras de rendimiento centradas en las ruedas: las llantas pasan a ser de 19 pulgadas, algo necesario para dar cobijo a los frenos Brembo con discos delanteros perforados de 370 mm de diámetro y con pinzas de cuatro pistones, y van embutidas en neumáticos Michelín Sport Cup 2.
En el trazado es dónde se aprecia todo su potencial: en tandas cortas de tres vueltas comprobamos las bondades de su chasis adaptativo (DCC), la suspensión rebajada 25 mm en el eje delantero y 20 en el trasero, la dirección progresiva o el diferencial autoblocante activo, que permite mandar hasta el 100% del par a una sola de las ruedas delanteras. Todo ello contribuye a un resultado realmente bueno en pista, con el coche yendo siempre por su sitio, con gran agarre y buena respuesta en la salida de curva incluso con el acelerador a fondo.
Habrá que esperar hasta junio para tenerlo en los concesionarios, pero ya sabemos que en lo relativo a los precios, costará 750 euros más que su equivalente en condiciones y equipamiento con carrocería de cinco puertas, lo de que da un coste de entrada de 33.600 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.