Probamos el Audi Q3 Sportback e-Hybrid: el superventas de la marca se electrifica, y ahora muy en serio

La marca quiere que su SUV compacto más popular sea la puerta de entrada lógica al enchufe: más autonomía eléctrica, más tecnología y una imagen claramente aspiracional.

Audi Q3
El Q3 es el modelo más vendido de Audi en España.

Audi no se ha inventado el éxito de su Q3: según los datos de matriculaciones de la Agencia Tributaria, el Q3 fue el Audi más vendido en España en 2024, con 9.521 unidades, muy por encima del resto de modelos de la marca.

Con esa base, tiene sentido que la ofensiva híbrida enchufable se concentre en él y que el Sportback, la variante de carrocería con perfil coupé, asuma el papel de escaparate tecnológico con este nuevo e-Hybrid de 272 CV y etiqueta Cero.

Estéticamente, el Audi Q3 Sportback e-Hybrid S line 2025 juega una doble carta: formato SUV compacto, pero con un lenguaje muy próximo a un coupé alto. El frontal estrena una parrilla Singleframe más grande y baja, flanqueada por faros Led que le dan una mirada más afilada que a su predecesor.

Audi Q3
Una tira de luz led recorre la zaga.

La zaga mantiene la caída de techo marcada y el pequeño alerón sobre el portón, rematada con pilotos de tecnología Oled en las versiones mejor equipadas. Con el paquete S line, paragolpes específicos, taloneras y llantas de 19 pulgadas terminan de subrayar que este Q3 es, dentro de la gama, el que entra mejor por los ojos.

Interior ‘tecno-lógico’

Por dentro se nota el salto generacional. El salpicadero abandona el diseño más vertical del Q3 anterior para adoptar una disposición más limpia, con dos grandes pantallas orientadas al conductor: cuadro digital Audi virtual cockpit y un sistema multimedia basado en Android Automotive, con respuesta rápida y menús más intuitivos.

Audi Q3
Interior muy digitalizado.

El ambiente en este S line mezcla tapicerías mixtas o de cuero con pespuntes contrastados, inserciones metálicas y un volante achatado por arriba y por abajo que no deja dudas sobre el posicionamiento del coche. Buenos ajustes, materiales acordes a lo que se espera de Audi y, como casi siempre, la sensación de que el coche vale lo que cuesta… siempre que no te dejes llevar con la lista de opcionales.

Practicidad controlada

La parte práctica sigue siendo uno de los argumentos del Q3, aunque con matices. La carrocería Sportback sacrifica algo de altura al techo en las plazas traseras frente al Q3 normal, algo que notarán los pasajeros con una estatura de más de 1,85 metros, y el maletero del híbrido enchufable se queda en torno a los 380 litros por la presencia de la batería bajo el piso, frente a las versiones de combustión.

A cambio, los asientos posteriores son deslizantes y reclinables, lo que permite jugar con el espacio para piernas o para equipaje, y el portón eléctrico y el acceso amplio facilitan la vida diaria.

Audi Q3
Maletero del Q3.

En equipamiento, el S line viene muy armado de serie: climatizador de tres zonas, sensores y cámara de aparcamiento, asistente de mantenimiento de carril, control de crucero con función de atascos y una conectividad completa con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, a los que se pueden sumar equipo de sonido premium, techo panorámico o el pack completo de asistentes de conducción.

Mecánica de 272 CV

La parte mecánica es el gran cambio de este e-Hybrid 2025. Audi combina ahora un motor 1.5 TFSI de gasolina con 177 CV con un eléctrico de 85 kW (116 CV), para una potencia conjunta de 272 CV y 400 Nm, gestionados por un cambio S tronic de doble embrague y seis velocidades, junto a su tracción delantera.

Sobre el papel, las cifras son de compacto deportivo discreto: 0-100 km/h en 6,8 segundos y velocidad máxima en torno a 215 km/h.

Audi Q3
Acelera de 0 a 100 km/h en menos de siete segundos.

Más interesante aún es la parte eléctrica: la batería de nueva generación permite homologar hasta unos 111 kilómetros de autonomía en modo 100 % eléctrico (135 en ciudad), según datos de la marca, muy por encima de los aproximadamente 50 kilómetros del anterior 45 TFSIe.

En la práctica, con conducción suave y trayectos urbanos e interurbanos, es razonable cubrir el día a día de muchos usuarios sin arrancar el motor de gasolina, porque sí que puede cubrir sin problemas unos 70-80 kilómetros.

Sensaciones inmejorables

En marcha, las sensaciones encajan con ese planteamiento. El arranque en modo eléctrico es silencioso y progresivo, con una respuesta suficiente para moverse con agilidad en ciudad sin necesidad de despertar al 1.5 TFSI.

Cuando se le pide más, el empuje combinado es contundente, pero no explosivo; aquí el coche se siente más como un SUV compacto con mucha reserva que como un deportivo disfrazado de SUV.

El cambio S tronic trabaja con suavidad en conducción tranquila, aunque puede mostrarse algo dubitativo al salir fuerte desde parado si la batería está casi vacía. Por otro lado, su peso extra se nota al frenar y en apoyos rápidos, sin llegar a estropear la alta precisión del tren delantero y el aplomo que demuestra, más cercano a un turismo que al SUV que es. El tacto de su dirección es ligero y bastante correcto, sin llegar a la precisión de un buen deportivo, pero más transmisor de sensaciones que muchos de sus rivales de segmento.

Audi Q3 Sportback
Volante deportivo, achatado por arriba y por abajo.

Donde el Q3 Sportback e-Hybrid S line brilla es en su capacidad para mezclar confort y eficiencia. La suspensión con puesta a punto más firme que en un Q3 normal, y opcionalmente con amortiguación adaptativa, sujeta bien la carrocería sin castigar en exceso a los ocupantes, incluso con llanta grande; sólo los resaltos más secos ponen en evidencia el peso añadido del conjunto híbrido.

En autopista, rodando con la batería cargada, el Audi se muestra muy aislado acústicamente, con poco ruido aerodinámico y de rodadura, y la transición entre los modos híbrido y eléctrico es casi imperceptible. Como en la mayoría de PHEV, el consumo sólo es realmente bajo si se aprovecha bien la recarga: con la batería llena, las cifras oficiales hablan de entre 1,7 y 2,0 l/100 km, mientras que, viajando ya sin carga, los registros se acercan a los de un gasolina tradicional moderno con 270 CV, es decir, sobre los ocho litros cada 100 kilómtros.

No es barato, pero tampoco tiene un precio desorbitado

Todo este conjunto tiene un precio: este Audi Q3 Sportback e-Hybrid S line S tronic parte en 62.520 euros, IVA incluido, sin aplicar descuentos de la red ni ayudas públicas y antes de añadir opcionales. Con el acabado Business, de acceso, la gama comienza en 58.020 euros.

Audi Q3
Se suma a la moda de los logos iluminados.

Es una cifra elevada para un SUV compacto, pero también coherente con la posición del modelo dentro de la gama Audi y del segmento premium.

La pregunta clave es si este S line enchufable compensa frente a un Q3 térmico bien equipado: si el uso diario permite exprimir la autonomía eléctrica, se recarga en casa o en el trabajo y se valora el plus de refinamiento y etiqueta Cero, la respuesta tiende a ser sí. Si no se va a enchufar con frecuencia, pagar el sobreprecio del e-Hybrid tiene bastante menos sentido.

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