El Twingo se hace eléctrico para destacar entre los urbanos

El modelo francés se vende en España solo en su versión a pilas, con un motor de 81 CV que rinde también en autopistas y carreteras secundarias.

Renault Twingo Electric
El Twingo eléctrico ofrece un sistema regenerativo de energía muy eficiente.

Son los coches más pequeños, de peso ligero y con vocación urbana aquellos que presentan el formato ideal para emplear una mecánica eléctrica. Por eso tiene todo el sentido que el Renault Twingo, modelo de acceso a la gama de la marca francesa (si no tenemos en cuenta el peculiar Twizy), adopte un motor sin emisiones.

Y en Renault están tan seguros de que es el camino a seguir para el urbanita que, al menos en el mercado español, dirá adiós a los motores de combustión, quedándose el Renault Twingo Electric como la única opción disponible.

Su objetivo es posicionarse como uno de los eléctricos más baratos del mercado gracias a un precio de partida de 20.915 euros, sin contar descuentos ni ofertas. La cantidad puede parecer algo elevada, pero acogiéndose a las ayudas del Plan Moves II la cuantía puede reducirse en hasta 6.000 euros (si se achatarra un coche antiguo), con los que la tarifa se sitúa en unos mucho más accesibles 14.915 euros.

Lógicamente se trata de un modelo de tamaño contenido y que quizá no pueda ejercer como coche único del hogar, pero el Twingo maximiza su espacio interior y versatilidad, características presentes desde que el original vio la luz en 1992.

Estiloso por fuera, espacioso por dentro

El Renault Twingo Electric es virtualmente idéntico a las versiones de combustión de la tercera generación del modelo, con un estilo minimalista y abundantes opciones de personalización. Solo varía el añadido de ciertos elementos en azul (parrilla, llantas y adhesivos laterales) y sus medidas son exactamente iguales: 3,61 metros de largo, 1,64 metros de ancho y 1,54 metros de alto.

La distancia más interesante, sin embargo, es la existente entre ambos ejes: las ruedas están pegadas a los extremos del modelo, dando lugar a voladizos muy cortos y a un espacio de 2,49 metros entre ellas, lo que se traduce en una gran habitabilidad interior, elemento que recoge de sus predecesores.

Es más, un dato que hay que tener en cuenta es que, cuando se desarrolló la presente generación (en 2014, aunque fue ligeramente actualizada en 2019), ya fue concebida con la idea de soportar mecánicas eléctricas, por lo que no ha sido necesario cambiar nada con la llegada de esta versión, permitiendo no solo mantener el espacio existente (con 240 litros de maletero, que se pueden ampliar hasta los 980), sino incluso ganar en ciertos aspectos.

Renault Twingo

Las ventajas de la mecánica eléctrica

El Renault Twingo Electric presenta una configuración peculiar para su segmento, ya que ubica su motor en la zaga, dejando las baterías debajo de las plazas delanteras y reservando el hueco bajo el capó delantero (aquí vacío) al sistema de refrigeración. Las ventajas derivadas de esto son varias.

La primera es que no se resta espacio al habitáculo, amplio tanto para las plazas delanteras como para las traseras. La segunda es que la posición de las baterías ayuda a rebajar el centro de gravedad y mejorar el reparto de pesos del vehículo, lo que repercute en su comportamiento dinámico. La última es que, sin el motor en la parte delantera, las ruedas giran más, concretamente hasta 45 grados, lo que le otorga un radio de giro de 4,3 metros, el mejor de todo el mercado, haciendo de él un vehículo muy manejable en ciudad y espacios estrechos.

Para la urbe está también pensado su pequeño motor eléctrico, que desarrolla 81 CV de potencia (60 kW) y 180 Nm de par máximo. Como en el resto de eléctricos, entrega su fuerza de manera inmediata, lo que le proporciona una rápida respuesta desde parado, pasando de 0 a 50 km/h en 4,2 segundos. Su propulsor, por otra parte, le permite alcanzar los 135 km/h de velocidad máxima.

Renault Twingo

La firma francesa ha optado por una batería de 22 kWh para alimentar el sistema. No está previsto ofrecer alternativas con mayor capacidad en el futuro, pero la que tiene es suficiente como para homologar una autonomía de 190 kilómetros en ciclo WLTP (225 si solo se usa el modo ECO), que además se amplían hasta los 270 kilómetros si se circula en exclusiva por ciudad.

El estilo de conducción influirá en el alcance real del Renault Twingo Electric, pero este dependerá también del uso del sistema de frenada regenerativa, que puede actuar en tres niveles (B1, B2 y B3); en el último de todos la recarga de las baterías es mayor.

A los mandos del Renault Twingo Electric

Dado que por su vocación urbana el rendimiento en ciudad no se puede poner en duda, el Renault Twingo Electric pudo probarse fuera de su hábitat natural, en un recorrido de 91 kilómetros por la zona norte de Madrid que combinaba autopista y carreteras secundarias, escenarios no tan amigables para un sistema de propulsión sin emisiones.

Durante la prueba se pudo conducir una unidad vestida con la serie especial ‘Vibes’ (21.870 euros), que luce un llamativo color Naranja Valencia en su exterior, vinilos y llantas específicas, entre otros detalles. Si el Twingo eléctrico ya es un coche de aspecto resultón, esta variante hace que destaque aún más.

El espacio es más que correcto en las plazas delanteras para un coche de su segmento, con hueco suficiente tanto a la altura de los hombros como en la cabeza (está disponible como opción un techo de tela corredizo), aunque se echa en falta un reposabrazos central.

El puesto de conducción resulta sencillo, pero llama la atención gracias a las molduras que se pueden personalizar en diversos colores. La consola central dispone de una pantalla táctil de 7 pulgadas (con controles analógicos en la parte derecha), utiliza el sistema multimedia Easy Link –compatible con Android Auto y Apple CarPlay– e incluye navegador, que se actualiza dos veces al año. A través de My Renault, el sistema puede sumar aplicaciones y funciones nuevas desde el móvil.

Como ocurre habitualmente entre los modelos de su segmento, el cuadro de instrumentos no es digital, sino que incluye una pantalla TFT rodeada en la parte superior por un velocímetro radial. En ella se muestra porcentaje de batería restante y los kilómetros de alcance estimados, e indica en tiempo real si el coche está demandando energía o la está recargando. Al inicio del recorrido, con el 100%, marcaba una autonomía de 176 kilómetros.

Renault Twingo

La conducción por autopista sirvió para probar el cambio con las tres posiciones de retención. El más adecuado para ese tipo de vía es el B1, una suerte de sexta velocidad que deja correr el coche y busca desahogar el sistema. El Renault Twingo Electric no tiene problema para mantenerse entre 100 y 120 km/h, y no sufre en las recuperaciones a alta velocidad, pero la batería pierde carga a un ritmo alto. Si bien la conducción resulta confortable, el día lluvioso y con mucho viento hizo que la rumorosidad percibida en el interior fuera notable.

Las carreteras secundarias de la prueba –con subidas, bajadas y curvas cerradas– resultaron mucho más propicias para jugar con los diversos modos de retención y comprobar su eficacia. Y se nota bastante la diferencia entre el B1 y el B3. Por ejemplo, conectar el modo B3 antes de llegar a un resalto, un paso de cebra o una curva muy lenta permite detener de manera palpable el coche; después, pasar al B1 sirve para acelerar sin resistencia. Esto no solo otorga un punto entretenido a la conducción automática, sino que, sobre todo, tiene un efecto palpable sobre la batería: durante este tramo fue posible aguantar e incluso aumentar la autonomía restante en varios kilómetros.

La conducción del Renault Twingo Electric resulta estable y muy dinámica, pero la dirección podría ser más directa, lo que evitaría tener que girar tanto el volante para afrontar las curvas más cerradas. Esto, sin embargo, no es extraño en un vehículo eminentemente urbano, puesto sirve para que sea más fácil maniobrar y moverse entre el tráfico lento.

Tras otro tramo por autopista, de vuelta en el destino el cuadro de instrumentos marcaba un 47% de energía restante, suficiente para recorrer 87 kilómetros, un dato muy próximo al consumo oficial. En el ciclo de homologación WLTP la parte urbana representa un 57% del recorrido, así que, eliminando esta parte para circular únicamente por zonas adversas, es un resultado energético muy bueno.

El Renault Twingo eléctrico cuenta con el cargador camaleón que ya utiliza el Renault Zoe (uno de los pioneros en el campo de las cero emisiones) y que es compatible con tomas de corriente alterna de 2,4 kW a 22 kW. Con la conexión más potente, que no ofrecen otros modelos del segmento, se carga al completo en una hora y media, recupera 80 kilómetros en 30 minutos y pasa del 15% de carga al 80% en solo 50.

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