¿Tienes una familia numerosa o solo quieres un coche espacioso y de calidad?

A medio camino entre el Tiguan y el Touareg, cubriendo el hueco que dejo el desaparecido Tiguan Allspace que por cierto, también tenía siete plazas, se sitúa este Volkswagen Tayron.

Y es que mide 4,79 metros de longitud, es decir, lo comentado, justo entre el Tiguan, de 4,54 metros y el Touareg, de 4,88. Su peso, poco más de 1.700 kilos.

Y al medir dos centímetros más de ancho y solo uno de alto más que el Tiguan, no aparenta mucho volumen, es decir, se ha estilizado bastante su silueta.

Eso sí, las formas, faros y pilotos son muy parecidos a los de su hermano pequeño, así que parece un Tiguan hipervitaminado.

Dentro, sobresaliente

Al abrir las puertas se encuentra lo mejor del coche sin duda, por el espacio disponible y porque se puede elegir entre versiones de cinco o siete asientos por el mismo precio.

El último incluye una tercera fila con dos asientos escamoteables aptas para niños, eso sí, pero que pueden sacar de un apuro en un momento dado. Sin duda, la mejor opción aunque no se tengan hijos, porque prácticamente no se pierde nada de maletero con esta opción.

Con cinco plazas, el maletero cubica nada menos que 850 litros, más que suficiente para encajar las maletas de todos los ocupantes. Y con las siete plazas levantadas, todavía quedan 345 litros, que tampoco está nada mal.

Además, la segunda plaza se puede desplazar longitudinalmente, los respaldos tienen varias posiciones de inclinación y el espacio es muy bueno en todas las cotas en esta segunda fila.

Los acabados, correctos, con partes con mejores materiales y otras con plástico duro, que empañan algo el aspecto general y que definen la diferencia con otros vehículos de segmentos superiores.

Delante del conductor se muestran dos pantallas, una para la instrumentación (10,25 pulgadas) y otra para el sistema multimedia (12,9 o 15,0 pulgadas en este caso que esta unidad de pruebas correspondía al acabado R-Line). En la consola central hay un mando giratorio conmutable para varias funciones y el climatizador o volumen, bajo la pantalla, cuentan con deslizadores táctiles.

Y respecto a equipamiento, no falta prácticamente de nada, ya que integra elementos como faros matriciales, navegador con control de voz y chatGPT, es decir inteligencia artificial, doble cargador inalámbrico para móvil o parking asistido entre otros muchos más.

Una mecánica resolutiva pero si no se le exige

Esta unidad lleva el motor de gasolina microhíbrido 1.5 eTSI de 150 CV, que inicia la gama. Cuatro cilindros, turbo, con desconexión de dos cilindros a cargas bajas y con el respaldo de la hibridación ligera de 48 voltios que le proporciona un apoyo temporal de 14 kW, es decir, casi 20 CV.

Aunque pesa esos 1.700 kilos, para el cronómetro en el 0 a 100 km/h en menos de 10 segundos, 9,4 para ser exactos con su homologación. Y tiene una velocidad máxima de 204 km/h.

La calidad de rodadura es muy buena y un viaje se afrontará con comodidad para todo el pasaje. La suspensión trabaja muy bien en cualquier terreno y, en general, es como estar a los mandos de un Tiguan algo más grande y solo un poquito más torpe.

Aún así es muy noble de reacciones y tiene muy buen aplomo en general. El motor responde bien y permite mantener viajes a buen ritmo, aunque si se lleva muy cargado de pasaje y equipaje, en repechos puede que se resienta un poco y se eche de menos algo más de potencia.

El único punto que desentona un poco por su tacto algo extraño es el de los frenos. Es algo que se nota más en los híbridos enchufables, pero en este microhíbrido también tiene una respuesta al pedal esponjosa al principio y de repente aumenta su potencia de frenado de manera elocuente. Con el tiempo te acostumbras, pero no es un sistema bien conseguido al 100%.

Respecto al consumo, homologa 6,2 litros cada 100 kilómetros, pero más normal será rondar los 7-7,5 litros gracias a esa microhibridación. Este consumo, para un coche de gasolina como este, era impensable hace tan solo unos pocos años.

El precio del Tayron 1.5 eTSI microhíbrido comienza en 45.470 euros, con el acabado de acceso a la gama, el ‘Más’. Sube hasta algo más de 50.000 euros en la versión probada, R-Line, pero la diferencia de equipamiento y algunos aditamentos estéticos exteriores merecen gastar esos 5.000 euros de diferencia.