Cristiano Ronaldo fue uno de los primeros propietarios del Bugatti Chiron, el último superdeportivo de la marca italiana. En septiembre de 2017 recibió en su casa de Madrid una unidad en color gris por la que pagó 2,4 millones de euros, más impuestos. Antes había tenido la oportunidad de probar el modelo en un circuito y comprobar las excelencias de un coche fuera de serie, con motor de 1.500 CV.
Con semejante rendimiento, el Chiron es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos y, no menos impresionante, alcanzar los 420 km/h. Precisamente esta desorbitada velocidad exigió que Michelin, como proveedor de la marca, desarrollase unos neumáticos especiales capaces de soportar ese ritmo. En concreto, el fabricante francés se puso como objetivo disponer de un producto para coches de altísimas prestaciones que tolerase los 450 km/h.
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Estos neumáticos son los que han hecho saltar las alarmas entre los propietarios de diferentes modelos desde el Veyron en adelante. La Comisión de Seguridad de la Unión Europea ha lanzado una alerta sobre un tipo de riesgo con posibilidad de lesiones que apunta a las grietas que pueden aparecer en los laterales de los neumáticos traseros.
El efecto consiguiente sería la fuga repentina de presión del neumático, un reventón, que provocaría “una pérdida de control del vehículo y el incremento del riesgo de accidente”. La alerta de la Unión Europea también señala que “el producto no cumple con los requisitos establecidos para su homologación y vigilancia de los vehículos a motor, de sus sistemas, componentes y unidades técnicas”. Y la medida al respecto que se propone es “la retirada del producto a sus usuarios finales”.
Llamada a revisión
A partir de esta alerta, Bugatti ha puesto en marcha una llamada a revisión de todas las unidades vendidas después del Veyron, el propio Chiron y otras evoluciones que llegaron a continuación. Estarían exentas, según explica la marca, los coches con un número de identificación que no incluya las letras O, I y Q.
Bugatti pide a sus clientes que localicen ese código VIN de 17 caracteres y verifiquen si es objeto de alguna campaña de revisión. En todo caso, ante cualquier duda, deben dirigirse a su distribuidor más cercano para recibir información detallada sobre lo que califican como “defectos de seguridad y el incumplimiento de normas de seguridad relevantes en todo el mundo”.
Y agrega: “En aras de esa seguridad, las sustituciones necesarias que afecten a los vehículos deberán realizarse a la mayor brevedad”.
Así que Cristiano Ronaldo, junto a otro numeroso grupo de personalidades de diferentes ámbitos que eligieron la exclusividad y deportividad de Bugatti, deberá pasar por el taller con su Chiron de forma inmediata.
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