‘Spectre’, una película británica de 2015 protagonizada por Daniel Craig, Christoph Waltz y la francesa Léa Seydoux, es recordada no solo por sus grandes escenas de acción en Roma y México D.F. El Agente 007 tiene un gran compañero de aventuras.
Se trata de otra de las estrellas de la historia: un Aston Martin DB10. Para el rodaje de esta película se necesitaron 10 modelos. Se trata de un espectacular cupé de dos puertas con motor central y tracción trasera. Cuenta con un motor V8 de 4,7 litros y 436 CV. La velocidad máxima es de 306 km/h.
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Otros coches de Spectre
No es la primera vez que Jaguar – Land Rover se alía con 007 en su lucha contra el mal: los vehículos de la marca han estado presentes en varias de las películas del agente secreto, por ejemplo en ‘Skyfall’, estrenada en 2012, donde aparecía un Defender 110 Double Cab Pick Up.
Mientras, en Spectre, el grupo participa de manera más activa, y es que en esta ocasión son tres los modelos que aparecen en la película, todos ellos pasados por el tamiz de la división Special Operations de la marca. El más llamativo es el Jaguar C-X75, un prototipo deportivo que comparte escena con el Aston Martin DB10 en una persecución por las calles de Roma.
‘Spectre’ y Range Rover
Los otros dos modelos elegidos son el Range Rover Sport SVR, el más potente y rápido de la historia de Land Rover, y el Defender Big Foot. Ambos han rodado en Austria y han sido preparados para potenciar su capacidad fuera del asfalto, con los Big Foot calzando neumáticos todoterreno de 37 pulgadas y luciendo protecciones extra y una suspensión personalizada.
Otros coches de James Bond
- Sunbeam Alpine // ‘007 contra el Dr. No’ (1962 ). El primer coche Bond en la primera película de la saga. El Sunbeam Alpine de 1962 fue un cupé descapotable de dos plazas con motor delantero, de cuatro cilindros, que cubicaba 1.592cc y rendía 80 CV. La tracción trasera le proporcionaba una conducción más ágil y dinámica.
- Toyota 2000GT // ‘Solo se vive dos veces’ (1967). El productor de la película, Albert Broccoli, se quedó prendado del prototipo del Toyota 2000GT en el Salón del Automóvil de Tokio de 1965 y decidió que sería el coche de la próxima entrega. Este cupé biplaza fue fabricado bajo licencia por Yamaha y monta un propulsor de seis cilindros en línea de 2.000cc con una potencia de 152 CV. Esto le permitía desarrollar una velocidad punta de 225 km/h.
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