Donkervoort F22, un superdeportivo ligero como una pluma

El modelo combina un motor de 500 CV con un peso llamativamente bajo, por lo que vuela hasta los 100 km/h en 2,5 segundos.

Donkervoort F22

El Donkervoort F22 exhibe un diseño musculoso.

Dentro de la industria de la automoción, hay fabricantes que hacen las cosas de manera diferente. Ejemplos hay muchos, como Caterham, que crea deportivos de configuración clásica, o Donkervoort, especializado en superdeportivos que combinan potencia y ligereza, todo ello dentro de un halo de exclusividad importante.

La compañía se toma su tiempo para crear cada uno de sus nuevos coches y con el Donkervoort F22 no ha hecho una excepción. Ve la luz más de 10 años después de que se presentara su predecesor, un D8 GTO cuya fórmula evoluciona en todo.

El parentesco queda patente en su imagen, puesto que mantiene el formato de modelo biplaza de baja altura, largo (sobre todo en la zona del capó) y con musculosos pasos de rueda que asoman por los laterales de su carrocería. En esta ocasión, sin embargo, la fórmula se ha llevado al siguiente nivel y su impronta es todavía más contundente.

Está construido sobre un chasis mixto creado a partir de una estructura tubular y en el que la fibra de carbono tiene una presencia destacada. El empleo de materiales ligeros en su construcción ha sido clave para conseguir un peso de solo 750 kilos, lo que supone un ahorro de 66 kilos respecto al Donkervoort D8 GTO.

Esto supone el 50% de la fórmula que propone, siendo la mitad restante su potente motor. La marca confía en el conocido propulsor 2.5 turbo de cinco cilindros de Audi, que se ha encargado de preparar convenientemente para llevarlo hasta los 500 CV y los 640 Nm.

La aceleración del Donkervoort F22

A todo ello se suma una transmisión manual de cinco velocidades y la tracción trasera con diferencial Torsen de deslizamiento limitado. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos, un tiempo de 7,5 segundos para alcanzar los 200 km/h desde parado y una velocidad máxima de 290 km/h.

El superdeportivo equipa además amortiguadores adaptativos, un sistema hidráulico que permite rebajar la suspensión en 35 milímetros y frenos AP Racing con discos de acero de 330 milímetros delante y 279 milímetros detrás con pinzas de cuatro pistones.

Solo van a fabricarse 75 ejemplares a 245.000 euros cada uno antes de impuestos. La compañía afirma que ya ha vendido 50 de ellos.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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