Creado por el inventor del ‘hoverboard’, Shane Chen, el prototipo llamado Shane es un nuevo concepto de vehículo eléctrico que monta unas llantas de 60 pulgadas. Estas gigantescas ruedas no son la característica más peculiar, sino el hecho de que no haya cuatro.
Y es que este vehículo eléctrico de dos ruedas y cinco plazas parece casi un hoverboard de tamaño superlativo.
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Tecnología de élite
El famoso patinete eléctrico logra equilibrar la parte delantera y trasera del conductor mediante sensores inteligentes y motores en la estructura.
El Shane pretende hacer lo mismo, pero esta vez con un pasaje compuesto por cinco personas viajando a gran velocidad. Y para lograrlo con seguridad, tiene que emplear una serie de tecnologías fascinantes.
Los usuarios de hoverboards saben que para acelerar o frenar hay que inclinarse un poco hacia delante o hacia atrás. Por supuesto, ese tipo de cambio de peso para el control no es posible en un vehículo para varias personas. En su lugar, toda la carrocería se mueve hacia delante o hacia atrás para amortiguar los cambios de velocidad.
Ventajas de este sistema
La carrocería se mueva casi independientemente de las ruedas, de modo que puede absorber grandes baches con un prácticamente nulo impacto en el habitáculo. Aunque parezca un sistema bastante complicado, este diseño de dos ruedas tiene algunas ventajas importantes si llega a comercializarse.
En primer lugar, el Shane no tiene ningún tipo de mecanismo de dirección. Cambia de dirección simplemente añadiendo o reduciendo potencia y velocidad a una rueda u otra. Además, su diseño le permite girar sobre sí mismo, lo que facilita enormemente el aparcamiento en paralelo.
¿Llegará a la producción?
Llevar este diseño a la producción es algo que, sin embargo, Chen no puede hacer solo. “Estoy deseando colaborar con otros socios para dar vida a este concepto”, afirma. Tampoco dice cómo entrarán o saldrán los pasajeros del vehículo, cuánta potencia o autonomía tendrá, ni quién fabricará esas ruedas de dos metros.
Curiosamente, este no es el único prototipo de dos ruedas. Ya en 1967, otro coche, el Gyro-X hizo su debut, pero utilizaba otra disposición, con una rueda delante y otra detrás.
Como su nombre indica, utiliza un giroscopio para equilibrar el coche en marcha. Hoy en día, todavía funciona y se encuentra en el Lane Motor Museum de Nashville (Estados Unidos). Cuando está apagado, el Gyro-X tiene dos pequeñas ruedas que salen del lateral para mantenerlo en pie.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.