Knight International quiere abrirse camino en el mundo de los deportivos con el Knight Vision R, un modelo inspirado en los coches clásicos de carreras de los años sesenta. Su parecido con el AC Cobra, por ejemplo, es bastante notorio, pero el modelo saca partido a lo mejor de la tecnología puntera del siglo XXI.
Es un vehículo que entra por los ojos, con una plétora de detalles vintage entre los que destacan la parrilla oval, los faros redondos y la discreta toma de aire del capó.
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Sin embargo, el Knight Vision R exhibe mucho más músculo que los modelos a los que homenajea gracias a los poderosos pasos de rueda, las salidas de ventilación de estos y la gran cantidad de fibra de carbono utilizada. Este material resistente y ligero da forma a los paragolpes, el difusor trasero y los arcos de protección situados tras sus dos plazas, entre otros elementos.
Llama la atención la tapa que cubre el habitáculo y es que Knight International no ha mostrado imágenes del interior, pero sí ha adelantado que dispondrá de un completo sistema multimedia, de asientos deportivos Recaro y de un Head-Up Display que proyectará la información directamente en el visor del casco del conductor.
El sistema de propulsión híbrido del Knight Vision R combina tres motores distintos. El principal es un bloque 5.2 V8 sobrealimentado de 771 CV asociado al eje trasero, que recibe el apoyo de otros dos propulsores que generan 355 CV y mueven las ruedas delanteras. En total desarrollan 1.125 CV y, aunque se desconocen sus prestaciones, con un peso de apenas 900 kilos será probablemente un vehículo muy rápido.
Se sabe que del Knight Vision R solo se van a producir 500 unidades, pero todavía no se ha anunciado cuándo comenzará la fabricación. Está previsto que cada ejemplar tenga un precio de entre 500.000 y 600.000 dólares, es decir, entre 422.000 y 506.000 euros, aproximadamente.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.