Ha habido que esperar un lustro para conocer al Mercedes-AMG ONE, el hiperdeportivo de calle de la marca alemana equipado con un corazón de Fórmula 1. Sin embargo, una vez presentado de manera oficial, la compañía ha comenzado su fabricación.
El número uno ha empezado a producirse en la planta que uno de los socios de Mercedes tiene en Coventry, Reino Unido, y en la que un equipo de 50 especialistas se encargará de dar forma a cada uno de los 275 ejemplares de la serie. En su mayoría, el proceso será manual.
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Es algo que suele ocurrir cuando se trata de modelos con tiradas tan limitadas. La fabricación es más larga, pero permite que los ajustes y los resultados sean mucho más precisos que en una cadena automatizada. El proceso se divide en 16 fases diferenciadas, al final de las cuales el piloto de pruebas rueda en un circuito cerrado alrededor de la fábrica para comprobar que todo está como debe.
Un Mercedes con más de 1.000 CV
El Mercedes-AMG ONE es uno de los modelos de calle más excesivos de la historia, pues se trata de un hiperdeportivo híbrido enchufable. Su elemento más destacado es su motor de combustión, un bloque 1.6 V6 turbo que proviene de la Fórmula 1 y desarrolla 574 CV. Y cuenta con el apoyo de cuatro motores eléctricos, de modo que el modelo, en conjunto, tiene una potencia de 1.063 CV.
Su cuidada aerodinámica, el empleo de materiales ligeros, la tracción integral y la transmisión manual robotizada de siete velocidades hacen que pueda acelerar de 0 a 200 km/h en siete segundos y que tenga una velocidad punta de 352 km/h.
Está previsto que las primeras entregas tengan lugar durante los últimos meses de este año. Cada uno de los compradores ha tenido que pagar por su unidad un montante de, como mínimo, 1,86 millones de euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.