Los ladrones se adaptan a los nuevos tiempos, hacen suyas las nuevas tecnologías y encuentran la manera de sacarles partido para delinquir. En ocasiones, hasta el dispositivo de uso más cotidiano puede servir para tal fin, y la última moda consiste en utilizar los AirTags de Apple para robar coches.
Esta creación de la marca de la manzana es, a fin de cuentas, un pequeño dispositivo de rastreo disponible en las tiendas oficiales desde 35 euros. Es, por tanto, barato y fácil de adquirir y, dado que su objetivo primigenio es evitar que la gente pierda sus llaves o cartera, solo pesa 11 gramos y tiene un tamaño reducido, por lo que es fácil de colocar y ocultar.
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Su funcionamiento es sencillo, ya que el dueño puede ubicar su AirTag en la aplicación Find My de su móvil o tableta, así que los ladrones encontrado la manera de darle una nueva utilidad. El modus operandi ha salido a la luz en York, Ontario, Canadá, donde la policía ha seguido el rastro a al menos cinco casos similares. En ellos, los delincuentes se fijan en coches de alta gama aparcados en lugares públicos o aparcamientos de grandes superficies y, una vez localizado su objetivo, colocan un AirTag en un lugar difícilmente detectable, como el depósito de combustible o los pasos de rueda.
Con el dispositivo vinculado a su móvil y empleando Find My pueden ver dónde se encuentra el coche. Una vez este regresa a su residencia o a un lugar tranquilo, los ladrones pueden sustraerlo con más sencillez.
Siendo un dispositivo de localización, Apple ha tenido que poner trabas a posibles casos de acoso: si un AirTag detecta que lo está siguiendo alguien no autorizado, lanza un aviso siempre que el sistema operativo sea iOS 14.5 o más reciente. Sin embargo, como en este caso el dispositivo pertenece a los propios ladrones, esto no supone ningún inconveniente para su actividad delictiva.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.