BMW i7, la gran berlina eléctrica con cristales de Swarosky en los faros

La nueva generación del BMW Serie 7 se ha presentado con su primera versión eléctrica como abanderada, el BMW i7. Como punta de lanza tecnológica de la marca alemana, el modelo está cargado de equipamiento de serie, pero hay algunos elementos opcionales que llevan su exclusividad a otro nivel. Entre ellos destacan los faros hechos con cristales de Swarosky.

La marca los llama BMW Crystal Headlights Iconic Glow y son un extra que modifica la parte superior de los grupos ópticos. La berlina cuenta con faros divididos, y son los de arriba los que actúan como luz diurna. La sección inferior agrupa el resto de funciones.

Para crear sus particulares faros de cristal, BMW recurrió a un experto en la materia, Swarosky. Sin embargo, el proyecto ha supuesto un desafío para ambas entidades, puesto que se trata de territorio inexplorado.

Luces para 15 años

El primer reto de ambas compañías fue el tamaño de los cristales. La empresa cristalera está acostumbrada a trabajar con piezas pequeñas, pero en este caso era necesario que tuvieran un tamaño mayor. Y, además, que se mantuvieran estables para funcionar durante al menos 15 años.

Finalmente optaron por dos grupos de dos piezas cada uno, que forman una letra L inclinada. Tras ellos se encuentra una fila de LED que genera la luz; esta se transmite a través del vidrio y crea una proyección irregular, alejada de lo habitual.

Tom Binder, jefe de Diseño de Iluminación Exterior de BMW, explica el porqué de este tipo de faros: “Hasta ahora, solo has visto tiras de luz homogéneas en la carretera; los faros de cristal son todo lo contrario. La precisión está en el vidrio, que se puede mecanizar de forma mucho más fina y precisa que el plástico”.