Los coches de segunda mano siguen siendo un mercado importante en España. La ratio sigue siendo de dos coches de ocasión vendidos por cada coche nuevo matriculado.
Los mecanismos para asegurarse de que un coche de segunda mano está en buenas condiciones (al menos, en relación con el precio) son cada vez más fiables. Desde consultar los informes de la Dirección General de Tráfico hasta comprar historiales de vehículo de empresas privadas, como Carfax, el comprador tiene varias posibilidades para asegurarse del estado del coche.
Más información
Pero, pese a estos mecanismos de control, puede ser que un coche usado haya sufrido un accidente y, aunque este esté declarado, la reparación no haya sido de calidad. Por ejemplo, ante un desperfecto en la chapa, el mecánico en cuestión puede haber decidido usar masilla para arreglarlo.
No hay problemas en utilizar este material para arreglar un desperfecto, pero sí puede haber consecuencias. Por ejemplo, que la masilla se desprenda o que genere irregularidades en la pintura. Una mala mezcla de este material también puede favorecer la aparición de óxido.
Cómo usar un bolígrafo imantado
Una herramienta muy útil para comprar el estado de la carrocería de un coche de segunda mano es el bolígrafo magnético o imantado. Este utensilio se puede encontrar fácilmente en internet, como en Amazon. Por un precio que va desde los apenas 11 euros hasta los 17, este bolígrafo será el gran aliado del comprador de un coche usado.
Básicamente, hay que pasarlo por las zonas de la carrocería del coche que puedan haber sufrido un golpe. Al acercar el bolígrafo, este quedará ‘pegado’ por el efecto del imán hacia el coche. Al separarlo, habrá que fijarse en el medidor colocado en el boli.
Cuanto más tarde la punta del boli en separarse de la carrocería, de mejor calidad será. Y, viceversa, si el bolígrafo ni siquiera se pega, el material debajo de la pintura no será tan siquiera metálico. Esto servirá al comprador para identificar un golpe que ha tenido que ser reparado. Otra función es la de medir el grosor y la calidad de la pintura.
Con esta información en la mano, el futuro comprador puede negociar mucho mejor el precio del coche usado. Además, sabiendo que el vehículo ha estado involucrado en un incidente, se podrá prestar atención a otros posibles daños, evitando una mala compra.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.