Todo lo que se debe revisar antes de comprar un coche híbrido usado

Dada la legislación actual y la futura electrificación masiva, comprar un híbrido de segunda mano puede ser una elección acertada.

Toyota
Varias unidades del Toyota Corolla, que solo se comercializa como coche híbrido.

Sí, puede que sea una buena idea hacerse con un coche híbrido de segunda mano. Sus dos principales ventajas son que en ciudad el gasto de combustible es más contenido y que cuenta con el distintivo medioambiental ECO de la DGT. Y esto supone aparcamiento más barato en ciertas zonas, acceso a las zonas restringidas de algunas ciudades o reducción de impuestos, por ejemplo.

Sin embargo, antes de decidirse hay que revisar ciertos aspectos, algunos de ellos fundamentales, que pueden evitar futuros problemas. A lo que se debe revisar en cualquier coche usado, hay que añadir, por sus características especiales, algunos cuidados más a la hora de verlo y probarlo.

Este tipo de vehículos cuenta con un motor térmico y otro eléctrico. Según qué modelos, o bien asiste al primero o se alterna con él, o usa el térmico para cargar las baterías. Además, incluyen una instalación eléctrica de alto voltaje y unas baterías mucho más potentes y costosas que las convencionales. Este es, probablemente, el punto principal que se debe controlar en un híbrido de segunda mano

La batería del coche híbrido

Lo más importante en un coche híbrido es la batería. En la mayoría de estos vehículos, la vida útil de este elemento es de entre ocho y diez años, o alrededor de 240.000 kilómetros. Hay que informarse previamente de cuál es la autonomía teórica del coche y comprobar cuánto ha perdido en la realidad. Para empezar, de la autonomía teórica a la real, ya desde nuevo, se suele perder en torno al 15-20%.

Y en general y transcurridos aproximadamente diez años desde su fabricación, una batería de este tipo suele conservar hasta el 80% de su capacidad. Es decir, puede almacenar menos energía, pero mantiene la misma potencia. Si baja de esa capacidad, sería recomendable reemplazarla. Esta operación tiene un coste medio aproximado de unos 3.000 euros.

Diferentes estudios indican que la degradación media de las baterías en este tipo de vehículos va de un 2% a un 4% por ciento anual. Si la unidad comprobada muestra más degradación, habría que descartarla.

Inspección visual de la zona del motor

En un coche híbrido, se debe observar sobre todo el cableado naranja, que conduce la electricidad de alta tensión. No debería tener zonas oscuras, que pueden indicar un calentamiento excesivo. Si se detectan, mejor mirar otro vehículo.

Revisar coche híbrido usado
El cableado naranja lleva alta tensión. Si tiene zonas oscuras delata un sobrecalentamiento.

Frenos

Este tipo de coches, cuando deceleran, recuperan energía que almacena la batería. Y lo hacen a través del motor de combustión en retención o a través de su frenada regenerativa, que trabaja menos que una convencional. Por eso, y porque la retención del motor es más acusada que en otros vehículos, se desgastan menos.

Si en el libro de mantenimiento se han anotado frecuentes reparaciones de los frenos, el uso que le ha dado el anterior dueño puede que haya sido demasiado agresivo y exigente y se debería descartar esa unidad.

Libro de mantenimiento

Que exista un libro donde se hayan sellado las revisiones en un concesionario oficial cobra aquí mucha más importancia que en un vehículo convencional.

También hay talleres independientes con los programas informáticos necesarios para comprobar el sistema híbrido, pero si ha sido revisado en la propia marca, mucho mejor. Incluso el precio de venta puede ser algo más alto con esta documentación en orden.

Dónde y a quién se compra: garantía

También cobra especial relevancia en un coches híbridos de segunda mano dónde y a quién se le compra. Un particular es una buena opción, pero debe tener el libro de mantenimiento. Y, a pesar de ello, lo mejor es llevarlo a un concesionario oficial para hacer una revisión completa. Además, también descubrirán el estado de la batería y su porcentaje de vida útil.

Por otro lado, la opción de comprar el coche en un concesionario oficial resulta mucho más interesante. Es más, la garantía que pueden ofrecer para futuros problemas suele ser más extensa, y llega a alcanzar en algunos casos hasta 36 meses.

Cómo probar un coche híbrido

Por supuesto y como en cualquier otro coche usado, es imprescindible hacer una prueba de conducción. Pero un vehículo híbrido también tiene unas características diferentes. La principal es el tacto del freno, así que es mejor tomarse un tiempo para habituarse a ello.

También hay que poner el foco en su modo eléctrico y en las transiciones desde el motor eléctrico al de combustión y viceversa, para que no haya saltos ni tirones extraños. Por último, hay que fijarse en los mismos detalles que cuando se adquiere cualquier coche de segunda mano.

Revisar coche híbrido usado
Hay que probar, sobre todo, el modo eléctrico o EV.

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