Con el paso de los años las características que se valoran a la hora de adquirir un coche han ido cambiando. En los últimos tiempos han adquirido mayor protagonismo factores como la eficiencia o la tecnología, y por eso el CES de Las Vegas es cada vez más importante en el mundo de la automoción. Y entre las novedades más notorias de este año destaca el BYTON, un SUV eléctrico chino que verá la luz en forma de prototipo.
El modelo tiene mimbres para dar que hablar, ya que será 100% eléctrico, anticipa un alcance de 500 kilómetros y apostará por la conducción autónoma hasta el punto de montar el hardware necesario para conseguir un nivel 5 de autonomía, es decir, la autonomía total. Además, aunque se muestre en categoría de concept, la compañía al cargo, Future Mobility, afirma que lo veremos en Europa en 2020.
Pero aunque todo esto sea prometedor, hay un elemento concreto que no puede ser más llamativo: su consola central. Y es que si hasta ahora la pantalla más grande del mercado era la del Tesla Model S, de orientación vertical, se quedará pequeña respecto a la del BYTON, que mide nada menos que 50 pulgadas.
Esta cruza todo el salpicadero de lado a lado y tiene la posibilidad de dividirse en varios segmentos para cumplir diversas funciones y mostrar información de todo tipo. Los botones brillan por su ausencia, y a la ecuación se suma una segunda pantalla, esta vez colocada en el centro del volante, que sí cuenta con controles en los laterales.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.