En un 2040 perfecto, diseñado por Honda con ojos de hoy, un ejecutivo se subirá a su coche autónomo para que lo desplace hasta un centro de movilidad, donde lo esperará un coche volador para llevarlo a una gran ciudad; un trasbordador, también autónomo, lo trasladará desde allí a su oficina. Y luego el viaje de vuelta. Así expone su visión del futuro la marca japonesa, con Nueva York como punto de destino de sus planes: la Gran Manzana sobrevolada por artefactos voladores.
Honda ha anunciado sus planes de expansión para la próxima décadas (más allá de los automóviles y las motos) y en ellos se incluyen la fabricación de un robot que permita manipular objetos de forma remota, la colaboración con la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y, como apuesta más llamativa, el desarrollo del Honda eVTOL, un vehículo de aterrizaje y despegue vertical de tecnología híbrida y con una autonomía aproximada de 400 kilómetros.
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El coche volador de Honda, según se aprecia en el diseño previo, se moverá por medio de ocho pequeñas hélices y dos propulsores, y gracias a la energía proveniente de una batería eléctrica y un generador de turbina de gas. La capacidad de las pilas actuales de ion-litio no da como para mover solo con energía eléctrica un vehículo de este tamaño (que Honda denomina avión, no coche volador), de modo que si se quiere usar para viajes interurbanos la tecnología de propulsión debe ser híbrida.
Honda prevé poner en marcha los primeros prototipos en 2023 y empezar con los vuelos de prueba en 2025. Si todo sale bien, el siguiente paso será obtener las certificaciones de vuelo en 2030. Este es uno de los aspectos más complicados en el desarrollo de los coches voladores y los grandes drones: el control de vuelo y el papel que deberán desempeñar las agencias de seguridad aérea, como la EASA europea, si los vehículos de este tipo se expanden.
De forma paralela a la investigación de las marcas, hay algunos proyectos ya avanzados, como el aeropuerto que estrenará la empresa Urban Air Port en Coventry (Reino Unido). En sus instalaciones podrán operar tanto los pequeños drones de reparto como a los aerotaxis de despegue vertical.
Porsche prevé que el negocio de los coches voladores movilizará unos 26.500 millones de euros en 2035, y sobre este terreno se mueven marcas como el propio fabricante alemán, aliado con Boeing para crear su vehículo aéreo, o BMW, que mostró hace un par de años el Skai Flying Car. También Hyundai ha anunciado aerotaxis para 2028.
Al margen de la industria tradicional, otras muchas empresas desarrollan sus proyectos, como Klein Vision, que ya ha realizado un vuelo de prueba entre dos ciudades. Y el PAL-V Liberty, uno de los modelos con más recorrido, ya está homologado para circular por las carreteras europeas y solo tiene pendiente cumplir las horas de vuelo en pruebas necesarias para lanzarse ya al aire.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).